Olivos popular:
Fernández ya se mudó a la quinta y pidió cambiar el colchón de la habitación principal. Asado, rosca política e impronta popular vs. el estilo cool de los Macri.
Alberto Fernández y Fabiola Yáñez ya se instalaron en la Quinta presidencial. Encargado de confianza, asado con amigos y un solo requisito, que se reemplace el colchón matrimonial. Los cambios en la residencia del poder.
La historia de la Quinta de Olivos es la historia del poder. Desde que se construyó, a mediados del siglo XIX, fue residencia de millonarios de apellidos patricios hasta que, en 1918, Carlos Villate Olaguer decidió donarla al Estado Nacional. Deberían pasar algunos años más hasta que fuera designada como la residencia permanente de la familia presidencial, en 1955. A lo largo de las décadas, sus más de 30 hectáreas fueron el escenario de momentos clave del país y cada mandatario le imprimió su estilo. En los últimos años, Olivos fue una pieza de comunicación en la construcción de una imagen intimista de Mauricio Macri. Fue, también, el territorio en el que más cómoda se la vio a Juliana Awada, que delineó su rol de primera dama en función de sus habilidades como diseñadora, cocinera y madre. Pero los tiempos cambiaron. El Presidente, Alberto Fernández, se instaló en la quinta junto a su pareja, Fabiola Yañez, el mismo día que asumió y organizó un asado para sus colaboradores íntimos. Sin demasiadas preocupaciones por la decoración, los recién llegados inauguraron otra etapa para la mansión.
El lunes 9 de diciembre fue la última vez que Macri cenó en Olivos. Al día siguiente, no sólo volvió al llano sino que también abandonó la casa en la que vivió cuatro años y que le sirvió para mostrar su costado más humano. Durante su mandato, Awada fue la encargada de difundir