AHORA O NUNCA RIACHUELO
EL PLAN QUE LO LLEVARÁ DE BASURERO A RÍO NAVEGABLE
ElRiacuelo es historia, es industria, es cultura . "Pero también es contaminación, pobreza y desigualdad. Es el reflejo de un país pujante y errante, con una larga historia de intentos y reiterados fracasos por resolver sus graves problemas”, inicia el documental “Riachuelo: ahora o nunca”, dirigido por Erika Grinberg, quien recorrió los distintos puntos de la cuenca durante más de 30 jornadas de filmación, para reflejar problemáticas y mostrar los avances que se han logrado con las últimas obras.
BOTADERO. El Riachuelo tiene 64 km de longitud y abarca una superficie de 2.200 km2. En su cuenca viven cinco millones de habitantes, y es la región más densa e industrializada del país. Su recorrido comprende la
Ciudad de Buenos Aires y 14 municipios de la provincia de Buenos Aires. Está dividido en tres regiones: Cuenca Alta, Cuenca Media y Cuenca Baja. Es uno de los diez ríos más contaminados del mundo.
“La cuenca del Riachuelo es uno de los lugares más contaminados de Argentina y de todo el continente, y su contaminación tiene cientos de años. Desde que se instalaron las primeras comunidades, su cuenca ha sido el tacho de basura para una serie de industrias. Especialmente para la ganadera”, sintetiza Santiago Cané, Coordinador de Asuntos Legales de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). “Las actividades tenían que estar en la proximidad de los ríos, y allí se volcaban los residuos. Es una manera ne
gligente de relacionarse con el agua. El agua era un botadero”, refuerza Andrés Napoli, Director de FARN
Y así fue desde el inicio. En 1811, un año después de la Revolución de Mayo, Juan José Paso hizo el primer intento de sanear el Riachuelo, y por supuesto fracasó. “En esa época, durante la matanza de animales, el agua se teñía de rojo”, marca la historiadora Graciela Silvestri.
“Las políticas eran muy limitadas a la salubridad. Y sólo había algunas multas. La idea del desarrollo limitaba la discusión de cual era la implicancia y el alcance de esa contaminación”, aporta Diego Morales, Director de Litigios del CELS. “Coincidió con una época de guerras internas. No había orden y progreso