LA PROPIA HUERTA
En estos meses, balcones, patios, terrazas y ventanas se llenaron de mini cultivos. Beneficios saludables para el cuerpo y la mente.
Pocas imágenes más icónicas de Juliana Awada que las que la muestran en su huerta. En Olivos supo construir una grande y exuberante para trabajar junto a sus hijas.
Frente
a situaciones que desestabilizan, volver a las bases nos ayuda a retornar al equilibrio. Y así, en esta pandemia, nadie se quedó sin cocinar, bordar y hasta empezar la propia huerta. Mezcla de instinto de supervivencia y actividad terapéutica, fueron muchos los que pusieron las manos en la tierra. Cuando el mundo exterior y la naturaleza quedaron lejos, comenzaron a albergar brotes verdes en patios, terrazas y balcones. Y a juzgar por la alta demanda a los proveedores, así como por la falta de semillas hortícolas en las principales distribuidoras, las ganas de contacto natural lideraron un auge sin precedentes.
POSIBILIDADES Y CRITERIOS. Podría decirse que la santa patrona de las huertas es Juliana Awada. En sus años en la quinta de Olivos se encargó de mostrar por redes su lograda plantación, compartiendo luego recetas con esas verduras y motivando a sus seguidores a imitar su ejemplo. Hoy, ya lejos de la residencia presidencial, continúa posteando alabanzas a la posibilidad de cosechar los propios alimentos y comer de un modo más natural y sano, tanto que a principios de mayo compartió la instalación de su nueva huerta en su hogar actual.
Un poco por el efecto Juliana y bastante por la necesidad de retomar el contacto con la tierra y sobre todo saber de dónde provienen nuestros alimentos, las huertas urbanas llevaban algunos años en franco crecimiento. Sin embargo, no hay especialista que no relate que los números de este momento son un suceso increíble. “Aunque la venta de huertas venía creciendo mucho, en cuarentena las consultas aumentaron enormemente. Creo que es porque durante el año la gente está con otro ritmo y no tiene tiempo ni la capacidad de estar pendiente, y ahora encontraron ambas”, sostiene Juan Terradas, fundador de Verteco, que vende huertas a domicilio y también capacita a empresas y particulares sobre el tema. Entre esos cuidados es importante tener en cuenta una premisa principal: cualquier espacio es válido, siempre y cuando tenga por lo menos tres o cuatro horas de sol directo. “Si eso se cumple, ya podemos pensar en generar un suelo nutritivo y suelto para que las raíces puedan desarrollarse con facilidad”, relata el especialista, que agrega que entre las dudas más comunes resalta el cómo cuidar la huerta de manera orgánica, sin pesticidas o fungicidas.
Comenzar en otoño/invierno tal vez no sea el mejor aliciente, dadas las menores horas de sol, pero estos tiempos pueden regalar cultivos como acelga, espinaca, ra