Arrepentida XXX
La ex pornostar libanesa que pide que borren sus videos gana fans. Amenazas.
Cuando
ustedes ven ‘Garganta profunda’, están viendo cómo soy violada. Es un crimen que se siga mostrando. Tenía una pistola apuntando a mi cabeza todo el tiempo”, dijo Linda Lovelace, quizás la primera “arrepentida” del cine porno. Fueron varias las actrices que abrieron el paso, al igual que Linda, y que no tardaron en ser calificadas por la industria como “traidoras”.
La última en pegar el portazo es Mia Khalifa. La ahora ex pornostar fue presentada -dicen quienes la ven como una oportunista- como la libanesa amenazada por grupos terroristas. Ella se hizo conocida por aparecer en una película con el hiyab islámico, el pañuelo que usan las musulmanas para cubrirse la cabeza. Fue en el año 2014 cuando Khalifa, con 21 años, filmó varias películas, todas ellas –según dijo– hechas en un período de tres meses en aquel entonces. Hoy, con 27, pide a las plataformas de contenido para adultos que den de baja su material. El nombre de esta libanesa que perjura haber sufrido intimidaciones, como la del Estado Islámico que habría amenazado con decapitarla, es parte de una proclama y trasciende acorde a estos tiempos con un hashtag: #justiciapormia.
“Los hombres que me critican son los mismos que están haciendo clicks sobre mí. Que se jodan. Necesitamos cambiar para el futuro de las nuevas generaciones de chicas”, dice desde su cuenta de Instagram, donde muestra su nueva vida: está felizmente casada hace un año con un famoso chef de Estados Unidos y quiere ser periodista deportiva. La ONG Change.org se encuentra ahora apoyando a Khalifa: el reciente pedido de baja de los videos cruzó la franja de los dos millones de firmas. Khalifa lucha para que Pornhub y BangBros, dos gigantes de la industria porno, dejen de pasar ese material.
“Una vez que ella firmó y los derechos de imágenes los tienen la productoras, ya no puede reclamar nada”, dice a NOTICIAS el director de cine porno argentino Víctor Maytland. “Khalifa estuvo cerca de ser una número uno en su momento, ganó fama, dinero y un nombre. Ahora dice que se arrepiente y pide que saquen sus videos. La industria le da la espalda, naturalmente”, agrega el director.
“Khalifa hace su propio marketing. Hasta en un punto puede llegar a ser un negocio entre las productoras y ella, ¿quién lo sabe?”, se pregunta la ex actriz porno argentina Lorena Mexy, quien aclara de entrada que condena cualquier tipo de maltrato hacia la mujer en los set de filmación. “Cameron Díaz -ejemplifica Mexy- hizo porno y nunca lo negó. Xuxa, en cambio, renegó y quedó mal vista”. Con Khalifa, dice Mexy, sucede lo mismo: “Las productoras la hicieron conocida filmándola con un hiyab, diciendo que había estado amenazada por un grupo terrorista como parte de una estrategia. Ella ahora es influencer con millones de seguidores y eso se lo debe al porno que tanto critica”.