La guerra por el talento 3.0
La economía del conocimiento enfrenta la paradoja de la escasez de recursos humanos.
Los
avisos de búsqueda se contraponen con la realidad del mercado laboral argentino. Las empresas solicitan nada menos que 1.000 personas para ocupar diferentes cargos. Y lo más sorprendente es que no tienen la respuesta esperada. “Hay más demanda que oferta”, admiten todos y cada uno de los ejecutivos consultados. El dilema no es casual y tiene su explicación: la brecha cambiaria. No es para menos: en su conjunto, generan 440 mil puestos de trabajo.
El sector que está sufriendo esta situación es el de la “economía del conocimiento”. Son las que intentan atraer a profesionales con dificultad. ¿Por qué? ¿Cuál es la razón de este fenómeno tan particular? “El panorama es complicado. Este sector competía entre empresas, en un mercado tradicional. Pero hoy tienen competencia fuera del sistema. La gente se va, pero no a empleos regulados, sino a otros que están por afuera: se pagan en el exterior”, detalla Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencom.
La escasez de recursos se centra en aquellos que utilizan las habilidades “STEM” (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, en inglés). “Son las que salen de las facultades de Ingeniería o Exactas”, explica Galeazzi. “Esto recrudeció por el aumento de la brecha cambiaria. Siempre hubo una parte del trabajo que se hacía en el formato ‘free lance’. Las empresas contrataban a individuos para completar un equipo. El problema es que esos free lance que pagaban impuestos y estaban regulados, se fueron al mercado informal, cobran afuera y no pagan tributos en el orden local. Es una competencia desleal con el trabajo de las empresas que están sujetas a las reglas locales”, se explaya.
EN ALERTA. La preocupación del sector corporativo se basa en que el trabajo se haga cada vez más individualizado y se transforme al empleado en un “comercializador” directo de sus servicios, lo que, desde la óptica empresarial, “empobrece el ecosistema”. “Creemos que nuestros productos solo pueden ser tan grandes como los Googlers que los crean. Y sabemos que conseguir estos talentos muchas veces es difícil”, admiten desde Google Argentina. Un alto ejecutivo del sector profundiza en el diagnóstico: “Una empresa no es solo un ente que produce y factu