Historia Por qué Antártida es única
Una historia del continente más misterioso, desde que era sólo una intuición hasta la actualidad. Cuáles son los países que hoy conviven en su territorio, qué tipo de tareas realizan y cómo se ocupan del equilibrio del planeta.
No existe un territorio más misterioso y fascinante en la faz de nuestro planeta que la Antártida. No hay selva, océano o accidente natural que se le compare. Nadie que haya ido hasta allí regresa igual a como partió. Y eso que apenas comenzamos a conocerla.
“Nadie pasa por la Antártida sin llevarse consigo para siempre una impresión inmensa con él. Su belleza y extensión sólo sirven para hacernos sentir lo pequeños que somos hombres y mujeres en la escala natural. Y cualquier cantidad de tiempo es insuficiente para poder agotar la sensación de humildad y los pensamientos que genera esta grandeza, por lo que al volver a la civilización siempre se la extraña. Aquellos que pasaron años allí saben que los cambia de una manera profunda”, escribió hace algunos años Phillip Law, el científico australiano que llevó adelante el programa de investigación de aquel país entre 1949 y 1966 y sus palabras siguen siendo vigentes y ciertas. La radical experiencia que ofrece el
Continente Blanco no tiene comparación.
Y aunque se calcula que ningún ser humano conoció la Antártida hasta 1819, cuando el almirante ruso Fabian von Bellinghausen puedo verla con sus propios ojos en lo alto del buque insignia Vostok, su existencia fue intuida e imaginada desde la Antigüedad. Los primeros geógrafos griegos, por ejemplo, hipotetizaron que debía existir un continente en los confines del planeta, ya que para su cosmología era necesaria una contraparte para las tierras conocidas. A partir de esta sospecha surgieron leyendas y mitos de un territorio habitado por criaturas desconocidas con numerosos tesoros por descubrir, lo que volvió un sueño para muchos poder llegar hasta el punto más alejado del planeta. Sin embargo, debió pasar mucho tiempo antes de poder lograrlo.
En 1520 Fernando de Magallanes se acercó mucho cuando fue el primer hombre en circunnavegar el planeta, en un recorrido en el que descubrió Tierra del Fuego. Medio siglo más tarde Francis Drake conoció el pasaje