Restaurantes: y su vecino el hotel Park Shera- Tower ton pensaron en una experiencia única. Un menú de dos pasos, rico vino, y un precio más que razonable para pasar una noche de lujo con una de las vistas más emblemáticas de Buenos Aires.
Park Tower Hotel. Av. L. N. Alem 1193, Retiro. Reservas: 11 43189390, reservations.buenosaires@marriot.com. Precio cena y alojamiento (base doble): $12.000 (P.Tower) / $8.500 (Sheraton).
Cenar afuera es imposible, pero el hotel Sheraton y su vecino Park Tower pensaron en una experiencia única para hacerlo posible puertas adentro. Ya que ambos sus restaurantes —Buono y St Regis— están cerrados, ¿por qué no transladarlos a una habitación? Un menú de dos pasos, rico vino, y lo mejor, un precio más que razonable para pasar una noche de lujo con una de las vistas más emblemáticas de Buenos Aires.
Los protocolos se cumplen apenas se pone un pie en el lobby. Toman la temperatura, alcohol en gel en cada rincón y habitación sanitizada con sofisticados procedimientos. A la hora que usted lo indique, tocarán a su puerta con la cena ordenada previamente en una coqueta mesa con ruedas que usted mismo ingresa a la habitación. Los platos están cubiertos con campanas plateadas y papel film; los cubiertos vienen en bolsitas, y el resto es disfrutar.
En el Park Tower el menú diseñado por el chef Matías Lorenzo incluye tres platos principales y tres postres para elegir, dos aguas y una botella de vino o espu
COCINA mante. mante Puede elegir entre unos deliciosos ravioles de salmón rosado con crema de eneldo, lemongrass y langostinos a la chapa; un bife de chorizo con cremoso de papas y queso azul; o un risotto azafranado con verduras de estación, perfume de trufa y alcaparras fritas. Las porciones son generosas y llegan a buena temperatura ya que son transportadas en una hot box.
Entre los postres hay curd de maracuyá, mousse de chocolate con frutos rojos y merengue; o un clásico tiramisú. El maridaje del vino no dependerá tanto de lo que coma como del clima que esté buscando: Cabernet Sauvignon para relajarse, Chardonnay para sonreír, y espumante para inspirar. Vale aclarar que la cama es bien grande, con sábanas suaves como el terciopelo y con una buena tele enfrente, para entretenerse si hace falta.
El desayuno no está incluido pero tiene la opción buscarlo en el lobby, en el food truck ubicado en la entrada o de perdirlo en la habitación, para prolongar la experiencia.