ETCHEVEHERE OTRA GRIETA
Cuando en octubre del 2020 Dolores Etchevehere se instaló en un campo familiar entrerriano tomó estado público un viejo conflicto familiar que terminó por convertirse en un asunto político a escala nacional. Sus hermanos, Arturo Sebastián, Juan Diego y el ex ministro de Agricultura macrista, Luis Miguel la acusaron de ser un brazo ejecutor de Juan Grabois ya que el ingreso a la propiedad se hizo junto a militantes del Movimineto de Trabadores Excluidos. Ella, dijo una y otra vez que su intención era saldar una deuda personal y también, social. Según Dolores, su familia se había enriquecido con manejos sospechosos y quería ser quien cambiara el destino de su apellido.
La historia con tono novelesco de los Etchevehere incluyó drama personal con una gran exposición mediática. El polémico Proyecto Artigas terminó por servir de lupa para otras causas. En la toma, se concluyó que la apropiación que hizo Dolores era ilegal pero en mayo avanzó otra causa que había tomado como bandera la mujer y se ratificó una condena contra los hermanos Etchevehere y su madre por una maniobra financiera fraudulenta: se los condenó a pagar US$ 500.000 por haber tomado créditos créditos en el Banco Itaú a tasa subsidiada por el Estado y, en lugar de utilizarlos con finalidad productiva, como habían requerido, se lllevaron el dinero a su bolsillo. Otro culebrón familiar-político.