Banfield, invitado sorpresa

Desmentida más temprano que tarde la hipótesis de que este nuevo campeonato largo equivalía a la cruel hegemonía de los grandes, y por qué no a un confortable paseo de alguno de ellos, es interesante de apreciar cuántos equipos se sienten invitados a jugar por un sueño. Amén de un puntero sorprendente, destacan Talleres (que hoy irá por un golpe en La Plata), Colón (que tras dos caídas, en Patricios se llevó el pre- mio mayor) y Newell’s, que si ganaba ayer superaba la línea de todos. Y Banfield, un flamante acomodado a la mesa mayor cuando hasta hace cosa de un mes vegetaba en la mitad de la tabla, una cierta tibieza promovía el runrún en sus tribunas, y si pocos se animaban a cuestionar a Julio César Falcioni era solamente por la saludable moneda de la gratitud. Pero resulta que Banfield ha cantado el pleno de cuatro victorias al hilo, con dos de ellas que cotizan en la Bolsa de Tokio. Primero bajó a Estudiantes y lo dejó sin invicto y ahora lo bajó a Newell’s en Rosario y lo privó de una miel que saboreaba. ¿Qué tiene Banfield para que hoy esté quinto y en plan de más a más? Amén de un entrenador paciente, metódico y astuto, tiene una respetable mixtura de veteranos y pibes que están llegando, pero son aquéllos los que han mejorado de forma admirable para que sonrían los resultados. A vuelo de pájaro, Hilario Navarro en el arco, Carlos Matheu abajo y un tridente que tiene en Walter Erviti a una sabia batuta, en Santiago Silva a un permanente fastidio para los defensores y en Nicolás Bertolo a un renovado y picante alfil. ¿Es Banfield un candidato al título? Hay muchos en el pelotón y falta un montón, pero el supremo respeto ya se lo ha ganado.