“ESTOY EN EL FINAL DE MI CARRERA”
El capitán de la Selección, de 36 años, reconocióó que está quemando los últimos cartuchos. Juega muyuy poco en Brooklyn Nets y su futuro en la NBA es incierto. erto.
Elúltimo Capitán de la Generación Dorada empezó el camino de la despedida. Lo dijo él, un duro, incapaz de decir por decir. “Es evidente que estoy en el final de mi carrera, cada vez los roles van a ser distintos. Jugaré lo que pueda y lo haré de la mejor forma que pueda”, dijo Luis Scola. A los 36 años, posiblemente empujado por la poca participación que tiene en Brooklyn Nets, Luifa salió a aclarar antes que su panorama deportivo se ponga más oscuro. Ya sobre el final de la temporada 15/16, en Toronto Raptors, imprevistamente después de muchos partidos como titular, el entrenador Dwane Casey lo relegó al banco de suplentes para un rol totalmente secundario durante los playoff. La NBA de los últimos tiempos privilegia y reconoce a los jugadores especialmente atléticos y a los ala pivotes con amenaza de tiro exterior. Y esas dos cosas no están en el repertorio habitual del 4 de la Selección. Su exitosa carrera se apoyó en la facilidad para anotar cerca del aro, en la buena lectura para explotar la acción de cortina y desmarque, más los notables movimientos de pies -como un bailarínque le permitían despegarse mágicamente de su defensor y anotar. “Creo que puedo ayudar desde la experiencia -declaró Scola en el programa radial venezolano Zona de 3-. Aún podemos mejorar y terminar un buen año en Brooklyn”. Luis llegó a los Nets de la mano del general manager, Sean Marks, un neozelandés que cuando fue jugador lo enfrentó en el Mundial 02 de Indianápolis y en los Juegos Olímpicos de Atenas 04. También siguió la carrera del porteño en la NBA. Marks pasó por San Antonio como eterno suplente y ya retirado cumplió funciones directivas dentro de la organización texana. También, el entrenador de los Nets, Kenny Atkinson, como DT de Repúbli- ca Dominicana, observó de cerca el liderazgo de Luifa en la Copa de las Américas de México 15. Pero Brooklyn es un equipo en reconstrucción, con apenas un buen jugador (Brook Lopez) y mucho camino por recorrer. Posiblemente el rol que Marks y Atkinson pensaron para Scola es el que tiene actualmente, distinto a las pretensiones con las que empezó la temporada un jugador tan competitivo pero ahora limitado físicamente, distinto al que fue hasta hace un par de temporadas. Ahora, visto lo visto, hasta Luis lo acepta: “Ellos valoran las cosas que puedo hacer más allá de la cancha”. Nunca antes Scola acu- muló 11 partidos sin jugar por decisión del DT en media temporada. Y tampoco había bajado tanto su protagonismo, olvidado en la esquina del ataque a la espera de un pase cada cua-
el deEn Toronto empezó jugó 11 clive: en playoff titular) y el partidos (9 de en 9. DT no lo puso
tro ofensivas; y luego el sufrimiento para defender a rivales más jóvenes y atléticos sin recibir las ayudas que disfrutó durante los últimos años en el seleccionado. Justamente, en cuanto a su continuidad en la Selección, Scola dijo que “en Argentina no creo que haya que hacer una renovación profunda, todavía hay jugadores que pueden jugar”. No se excluye del seleccionado pero debemos tener en cuenta que el primer compromiso internacional importante es la “ventana” clasificatoria para el Mundial 19, que se jugará en noviembre. Si Luis siguiera en la NBA tiene un problema: ninguna franquicia cederá sus jugado- res en plenaena temporada. Pero si su carrera continuara en cualquier otra parte, seguramente regresará al vestuario como el último miembro fundador de la Generación Dorada.