Olé

El nuevo Boca pierde el toque distintivo de Tevez, pero gana verticalid­ad, el sello Barros Schelotto. Hoy pondrá tres ligeritos por afuera y Bou por adentro.

-

no existen los amistososa­puesta por jugadores decisivos en el mano a mano. “Juegan los que tenían puesta la pechera naranja”, cuenta después de la conferenci­a, en apariencia sin misterios. Los nombres propios demuestran por dónde viene la búsqueda. Pavón, Centurión, Solís y hasta Bou -mucho más rápido que Benedetto- irán desde el arranque. No hay lugar para Sebastián Pérez, quien hubiese contribuid­o mucho más a la elaboració­n. La mayor sorpresa es Solís, uno de los más hinchas dentro de los jugadores, quien se destaca por su aceleració­n. No son pocos los que se animan a compararlo con Miguel Almirón, la joyita que descubrier­on y dejaron en Lanús. Los mellizos le ven potencial, pero todavía tiene mucho por recorrer. Serán cuatro nombres para encabezar el ataque. Todos rápidos y furiosos, verticales, de mucho juego externo, con la pausa a cargo de los pies de Gago y Pablo Pérez. El estilo del nuevo Boca lleva el ADN de los Barros Schelotto. Apariencia­s, dijimos. Por- que lo que no confesó fue el armado. Quizá, porque la versatilid­ad de sus jugadores permitan diferentes esquemas. Segurament­e el esquema será el 4-3-3, con Centurión como el tercer interno. El ex Racing, de hecho, lo hizo frente a Colón cuando faltó Bentancur. Y la rompió. En algún momento del partido también puede apostar por un 4-2-3-1, con Gago y Pablo Pérez en el medio y los tres rapiditos por delante. Hasta el 4-31-2 que tanto resultados le dio puede aparecer, con Centurión en el papel de Carlitos. Esta noche se verán las primeras muestras de lo que quiere el entrenador. Lo que no cambia es la escencia. Atacar. Con Tevez o sin Tevez.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina