Sueño del pibe

Tampa Bay Rowdies es un equipo de la NASL, una liga de soccer profesional paralela a la MLS, el equipo cuyo estadio recibió a River en la no- che del jueves frente al San Pablo, en Saint Petersburg, en la Bahía del Golfo de México. Un club que, como máxima atracción, lo tiene a Joe Cole, figura del Chelsea hace una década. Y dentro del staff, aparece Nicolás Castillo, un pibe argento, de Baires, hincha de River, que es el jefe de prensa del equipo que aspira a una plaza en la MLS. Un chico que se vino a estudiar a iuesei managment deportivo y que entró como pasante, asistente, a este club y que brilló en la final de hace un par de años, cuando por su cuenta investigó cómo pateaban penales los rivales: su machete los hizo salir campeones. A partir de allí fue ganando lugar y últimamente hasta se animó a pedirse días libres para ir a Japón a ver a River con su viejo. “Soy muy hincha”, explica Nico, que cumple su función con seriedad pero que por dentro admite que su corazón funciona a mil por tener al lado a Gallardo, Maidana, Ponzio y compañía. Imaginate lo que será para un pibe de cancha, que fue domingo tras domingo al Monumental casi toda su vida y que ahora sólo extraña, enterarse de que River iba a ir a jugar un partido a su casa. Exactamente, es difícil de imaginar. Que lo explique él: “Fue una gran alegría. Trabajar aunque sea sólo un día al lado de lo que es el mundo River, es algo muy especial para mí. Aunque casi no pude ver el partido, ja. Pero estar al lado de los jugadores, el cuerpo técnico, los directivos, es algo que no voy a olvidar jamás”.