ESTÁ DE 10
Boca siendo de atacar, sin una Tevez que máquina le sigue ganó 2-0 al Pincha y pudo haber goleado. Le dio la 10 a Centurión, que fue la figura, armó un jugadón en el primero (el otro lo hizo Bou) y salió ovacionado.
Primero vale la aclaración: a este nuevo/viejo Boca siempre le va a faltar algo. Cuando gane, cuando no gane, siempre. Porque Tevez no está más y va a ser muy difícil no caer en la tentación de pensar y preguntarse qué habría pasado si... Más que nada porque los Barros Schelotto saben desde que se encerraron con sus jugadores en el predio de la AFA para la refundación del equipo que se fue el crack que absorbía las presiones, el líder futbolístico, el que ganaba los partidos que no ganaba otro. Una vez hecha esa aclaración es posible decir que Boca no piensa aflojar, que tiene claro que en diciembre no hubo vuelta olímpica sino apenas la punta del campeonato antes de ir al receso y que, al margen de que Centurión agarró la número 10 sin ponerse colorado y jugó suelto como lo hacía Carlitos, hay una intención clara de que el equipo reemplace a la individualidad y que se repartan las responsabilidades. El juego, antes como ahora, al menos en este estreno 2017 ante Estudiantes, nace en los mismos pies y fluye con frescura. En los de Gago y también en los de Pablo Pérez, que funcionaron como doble 5 ante la ausencia de Bentancur (en el Sub 20 con Uruguay) y asumieron la tarea de dar el primer pase, manejar los tiempos y soltarse para también meter pelotas que lastiman. En el primer gol lo hizo Gago, en el segundo fue Pérez... En este primer dibujo táctico, delante de los volantes centrales se movió Centurión, con libertad para pedir la pelota una y otra vez, pisarla (le entraron fuerte varias veces) y encarar. Por la derecha supo estar Pavón y por la izquierda, Solís, a quien los mellizos querían ver en acción de entrada para ver cómo les respondía (el pibe intentó mucho y le salió poco, aunque tiró el centro del 2-0). Y bien arriba estuvo Bou, con una racha que pasó de un año al otro... A todos ellos, Guillermo les exige verticalidad, movilidad, que no se duerman con la pelota en los pies. “Pablo, ¿qué hacés?”, le gritó a Pérez apenas arrancó el partido, cuando Centurión tocó y voló y el 8 dio un giro que frenó el posible avance. “Hay que acelerar”, insistió el DT. Y le hicieron caso, para este buen comienzo del 2017. A este equipo le falta Vergini, también Fabra, el mencionado Bentancur, y en espera se encuentra Benedetto, el otro goleador. El que no está ni va a estar es Tevez. Pero anoche empezaron a superarlo...