Olé

Los pibes la reman de atrás

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Tres veces iban perdiendo y se recuperaro­n. Hicieron dos veces penales tontos.

Rendirse jamás. Por momentos, la película parecía ser de terror. Las cosas se hacían cuesta abajo una y otra vez, y la suerte estaba siempre del otro lado del charco. Sin embargo, Argentina entendió que si no cuesta, no vale. Y otra vez, al igual que en el 1-1 ante Perú, el desenlace fue con festejo: en un partido digno de rodaje hollywoode­nse, los pibes de Ubeda volvieron a levantar un partido sobre la hora. La Selección tuvo el coraje necesario para revertir el resultado en tres ocasiones. En primer lugar, cuando iban sólo tres minutos de juego, Amaral sorprendió a todos con un tremendo remate que se metió contra el palo derecho de Macagno. La primera respuesta llegó a los 23’ del PT: tras un pelotazo cruzado de Molina a espaldas de la defensa uruguaya, Marcelo Torres controló la redonda perfectame­nte y definió cruzado. Pero ese no iba a ser el único grito del chico de Boca... Cuando el reloj ya había marcado los 45 minutos, Ascacibar se llevó puesto a Olivera y el árbitro Daronco señaló el punto penal. De La Cruz, quien se había animado a picarla en el 0-0 contra Venezuela, esta vez abrió el pie, engañó al 1, y puso a la Celeste otra vez arriba. Pero el Sifón transmitía calma porque sabía que el 2-1 del entretiemp­o no reflejaba exactament­e lo que pasaba en el césped. Porque pese a algunas las imprecisio­nes, Argentina merecía - como mínimoigua­lar el encuentro. Los minutos pasaban y el ST comenzaba a hacerse chato. Pero en el banco el entrenador encontró la frescura necesaria: afuera Barco -de flojito partidoa la cancha Conechny, afilado desde el primer minuto y partícipe del segundo tanto. Tras un corner de Tomás desde la derecha, Torres apareció otra vez y metió la cabeza para el 2-2. El travesaño y el arquero Mele evitaron la victoria. La película parecía acabarse pero iba a haber tiempo para dos escenas más. Por no rechazar de primera, Zalazar se morfó a Schiappaca­se dentro del área. Este erró, pero encontró en el rebote (el árbitro debió haber sancionado invasión), el 3-2 que a esa altura ya parecía inamovible. Sin embargo Rogel pasó de héroe a villano: metió la pelota en su propio arco y le dio otra vez a la Albicelest­e, un final -casi- feliz. Rendirse jamás. Parte II. Continuará... gol El minuto del del empate argentino ayer y ante Perú. Todos festejan el 3-3 final, lo aunque el gol hizo el uruguayo Rogel en contra.

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EFE Torres define con clase el 1º. Metió doblete.
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EFE
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