Driussi encendió las alarmas cuando quedó tendido por un fuerte golpe en su pie derecho, aunque el parte médico llevó alivio: fue sólo un traumatismo de empeine.

Se agarraba la cabeza del dolor, seguramente por miedo también, mientras afuera la cara del propio Marcelo Gallardo parecía petrificada. Sebastián Driussi encendió todas las alarmas a los 7’ del ST, cuando quedó tendido en el césped del Bright House Networks, tomándose el pie derecho luego del duro choque que protagonizó con Rafael Marques y que terminó desembocando en su salida. Sí, el hombre más desequilibrante y efectivo que tiene hoy River (goleador del torneo local, por caso) terminó averiado la pretemporada en Orlando, aunque el parte médico oficial que se conoció anoche llevó tranquilidad: fue sólo un traumatismo en el empeine. Es decir, con algo de descanso, el Gordo podrá volver al ataque. Alivio. “Estaba con un poco de dolor. Esperemos que sea sólo eso y recuperarlo pronto”, fue el diagnóstico que dio MG en la conferencia de prensa post derrota y que sirvió para describir un poco mejor la situación del delantero. Porque hasta ese momento, lo único que se sabía era lo que había ofrecido la imagen de tevé: tras el taco de Alario, Se llevó la peor parte: rotura de ligamentos cruzados en su rodilla izquierda. la pelota quedó boyando en el área y el Gordo sacó un derechazo que impactó de lleno en los tapones del defensor rival, que lle- gó antes a la pelota y dejó la plancha. Después, lo dicho: los médicos ingresaron para asistir al pibe de 20 años aunque al ver que estaba muy sentido en la zona prefirieron aconsejarle al deté que realizara el cambio (ingresó Rodrigo Mora en su lugar). Así es que el delantero, el mismo que está en la órbita de varios equipos grandes de Europa, se marchó del estadio con un poco de hielo y un vendaje en su pie derecho. Y para tranquilidad de Gallardo, su pollo -al que le cambió el puesto a mitad de 2016 y hoy le agradece la confianza con goles- está tocado, pero entero. Claro, una lesión más compleja le hubiese cambiado el panorama al Muñeco, que ya sufrió bastante con la pérdida de Denis Rodríguez por el resto del semestre. Por suerte no fue una mancha más, sino la plancha de Rolando.