El otro Beto
Fue el 25 de mayo de 1994. Tenía 22 años y apenas un partido en Boca cuando César Luis Menotti le avisó que se preparara para ser titular en la Copa Iberoamericana ante el Real Madrid. Al principio le costó creer que era en serio y, con algo de dudas, llamó para contarle la buena noticia a su familia en San Juan. Recién terminó de caer cuando salió a la cancha con el 5 en la espalda, como parte de un me- diocampo que completaron el Colo Farías, Marcelo Tejera y el Chino Tapia. Era lo que había soñado desde su llegada al club en 1991, a los 19, procedente de San Martín, donde había debutado a los 14. Y si bien sólo sumaría un partido más en Boca (en total jugó tres oficiales) y su trayectoria importante la haría en la MLS, el triunfo por 2-1 al Real no sirvió para levantar la copa (porque Boca había perdido 3-1 en la ida en España), pero sí quedó como una gran anécdota en su vida, porque el Polillita Da Silva hizo un gol y el otro fue todo de él. Para cumplir el sueño del pibe y para contarlo hasta la actualidad en las reuniones familiares, en los asados con amigos, en cada uno de los siguientes pasos que dio en su carrera (Estados Unidos, Israel y Escocia) y también anoche, en la fiesta oficial de inauguración de la peña xeneize de San Juan que no lleva el nombre de la ciudad ni de ningún ídolo de la historia del club, sino que lleva -increíblemente- el suyo: Alberto Dante Naveda. Hoy, a los 45 años, el Beto es el subsecretario de deportes y alto rendimiento de San Juan.