Fito el Pollo

Andrés Soriano abrió el camino en Barracas, donde el Defe de Della Picca pisó fuerte para seguir prendido.

El fútbol siempre te da revancha. Aunque la frase está gastada por el uso habitual, vale para graficar el momento que vive el Pollo Soriano. Es que el delantero de Defensores tuvo una primera rueda para el olvido (16 PJ sin goles), sin embargo supo dar vuelta la página rápido, realizó una buena pretemporada y hoy por hoy forma parte de la columna vertebral del equipo. Ante Villa San Carlos se amigó con el arco, aunque fue derrota, y ayer convirtió el 1-0, ése que gritó con alma y vida de cara a los allegados del Dragón, para marcar la senda del triunfo. Aunque terminó algo apretado en el final, Defe justificó la victoria desde su solidez defensiva (hasta la salida de Iglesias por lesión). Mucho tuvo que ver también el buen trabajo de Juan Manuel Sosa en el mediocampo, con Enrique y el Topo Aguirre desequilibrando por las bandas. Hay que decirlo. Barracas arrancó mal ya en la semana previa, porque el entrenador Fabián Nardozza debió hacer malabares para juntar 11 debido a las bajas por lesión y suspensión (ver aparte). Esto se vio reflejado en el campo con claridad, sobre todo en la última línea, más allá de que el empuje del final tras el descuento de Juan Martín dejó la rara sensación de que el local estuvo cerca de empatarlo. Lo cierto es que el tanto de penal de Enrique en el inicio del segundo tiempo (lo bajaron a Terzaghi) golpeó con dureza y les permitió a los del Bajo Núñez administrar mejor la energía y así manejar el resto del encuentro casi sin pasar sobresaltos, con el característico fuego sagrado. “En la vida hay que ser luchador. Vivo el fútbol con amor y pasión. De a poco se acomoda todo”.