CUARTO CRECIENTE

Jaguares le ganó a Reds, un rival muy duro, para igualar los triunfos del 2016 (cuatro), pero en apenas cinco fechas. Otro paso adelante.

De tanto que lo dicen ya no suena a casete sino a convicción. Se corrobora con los resultados que, justamente, este plantel dice no buscar como objetivo sino como consecuencia de otra búsqueda, la del juego. Pero qué diferente son las caras en este vestuario ganador que las del año pasado, tristes. Jaguares le ganó 22-8 a Reds para acumular cuatro victorias en cinco fechas, tres al hilo en Vélez (hubo 15.000 personas, cinco mil más que las dos citas anteriores). La misma cantidad que el año pasado, pero con diez jornadas menos. Hoy Jaguares es segundo en su zona y cuarto en la general. Entonces, Matías Orlando se da el lujo, impensado en el 2016, de reírse mientras señala a Jero De la Fuente, al que le pide que comparta los tries. “Hasta hacemos bromas”, reconoce el tucumano que dentro de la cancha no duda en ponerse serio y dejar el alma para tacklear. Nueve de los 83 tackles les puso a los australianos, que metieron sólo 33. Dos lecturas: ¿Reds no para a nadie o Jaguares tuvo menos la pelota? La segunda es la correcta. Los visitantes ganaron 67 a 33% la posesión (75 a 25 en el ST, Jaguares se está quedando sin nafta en los últimos 20’). Entonces, ¿por qué ganó y sigue ganando Jaguares? Porque hace de su defensa la plataforma donde apoya sus triunfos. Muchos ataques nacen de una recuperación de pelota. Además, es efectivo cuando llega a zona roja rival. Los australianos contaron con más chances, pero sólo apoyaron una vez; Jaguares lo hizo tres veces. Contó con la indisciplina de Reds (dos amarillas por deslealtad al juego) para apoyar dos tries cuando jugaban 15 vs. 13. Ganaron 15-3 el PT y luego mantuvieron la diferencia con tackles. El primer try llegó tras una punzante entrada de De la Fuente y el segundo, luego de una electrizante corrida de Moyano, desde los diez metros propios. El tucuma- no se fue en camilla en el ST cuando fue a tacklear al gigante fijiano Eto Nabuli (1,97 metro y 103 kilos contra 1,80 y 85). Lo sacaron en ambulancia pero luego se recupero. Reds ofrecía un desafío inédito para la franquicia nacional, que nunca había enfrentado a un equipo australiano. Este, encima, con un pack poderoso, pero al que le faltaban cuatro hombres del seleccionado de su país, dos por lesión y otros dos por descanso. Sí estaban Moore, Douglas y Higginbotham, autor del try visitante. Más chico de tamaño, Jaguares igualmente logró bancar la marea roja. Se viene una semana de descanso para el equipo que luego emprenderá una tremenda gira por Sudáfrica, donde enfrentará en continuado a Sharks, Bulls y Lions. Lo positivo: cada vez hay más buenas apariciones (Kremer, Bertranou, Moyano, Batu Ezcurra no eran titulares y se están destacando) y los lesionados están volviendo. Jaguares crece.