“HACIAMOS UNO Y QUERÍAMOS OTRO”
Scocco estuvo tan intenso como River y le entraron los goles que se perdió en la ida. “Para ganar la Copa no se puede repetir lo de Bolivia”, advirtió.
Siete largas noches. En las que las imágenes de los goles fallados en Cochabamba se le repitieron una y otra vez. Nadie más que Ignacio Scocco quería revertir el 0-3 de la ida. Y si en la altura la pelota le quedó picando y la tiró a la montaña, ayer entraron todas. Una. Dos. Tres. Cuatro. ¡Cinco! “Me voy muy feliz y contento. En lo personal, fue una noche soñada. Había quedado dolorido por las situaciones desperdiciadas. Los delanteros tenemos noches como las de Bolivia, y noches como ésta. Sabía que podía dar más. Y por suerte se me dio el partido que esperaba y pasamos de ronda”, contó, ultraarchimega alegre el goleador que se llevó a su casa la pelota, autografiada por todos sus compañeros. “Pedí que me la firmaran porque la importancia de haber conseguido este logro es fruto del esfuerzo de todos”, contó.
¿Casualidad? Nacho se destapó con la Banda el mismo día en que la FIFA habi- litó a Alario para jugar en el Leverkusen. Llevaba un grito en la Libertadores, en su debut contra Guaraní. Otros dos por la Superliga. Anoche, con 31 años, gritó cinco por primera vez en su carrera (dos veces había metido tres). Hizo el 1-0, con caño y gambeta al arquero. Puso el 2-0, con paciencia para sacarse la marca y romperle las manos a Olivares. Convirtió el 3-0, con un centro bajo que se cerraba y la bola se coló en el segundo palo. Y recién iban 19 minutos... “Por lindo, me quedo con el primero o el segundo. Por la importancia, el tercero, por saber que ya teníamos, como mínimo, los penales. Sabíamos que teníamos que meter un gol o dos antes de los 30’ y pudimos hacer tres en 20’. Eso nos dio tranquilidad. Y con la desesperación de ellos, hacíamos uno y queríamos otro”. Y llegó el 4-0 de Enzo Pérez. Y el 5-0, otra vez de Scocco: esta vez sí, con el arco a su merced, empujó un centro de Montiel. Y el 6-0 de Nacho Fernández. Y el 7-0, otra vez él, tras un rebote que dio el arquero. Y el 8-0, otra vez de Pérez, antes de que Gallardo lo saque para la ovación.
“Teníamos potencial para revertirlo. Nos daba confianza saber que Wilstermann no había sido superior en el juego. De ahí a decir que habíamos soñado con un 8-0, no, es difícil. No somos los que fuimos en Bolivia, pero para ganar la Copa no se puede repetir eso”. Y lo goza..
“SABÍA QUE PODÍA DAR MÁS”, Y GRITÓ ¡POR CINCO!