¡AHÍ JUEGA JOYA!

Detrás del 9 y sin socios, Dybala brilla: metió dos en el clásico ante Torino. El primero, un bombazo; el último, pura magia.

Si Jorge Sampaoli tuvo un ratito para ver a la Juventus antes de ir al José Amalfitani, seguramente habrá podido observar las variables que puede darle Paulo Dybala... si lo ubica en la posición en la que jugó ayer en el clásico de Turín. Es decir, detrás de la referencia de área (Mandzukic durante 80 minutos, luego Higuaín), aprovechando la sombra del ariete para llegar con sorpresa al gol. Y no una, sino dos veces: el cordobés marcó la mitad de los festejos de una goleada cómoda de su equipo, que marcha puntero de la Serie A junto a Napoli.

A diferencia de lo que ocurre en la Selección, Dybala en Italia no tiene al lado a un Messi. Cuadrado es un puntero rápido por la banda derecha y Douglas Costa, una alternativa potente por izquierda. La Joya juega sola detrás de los pivotes rivales. Y cuando puede, encara (hasta con lujos, como el caño que le tiró a Tomás Rincón). En el primer gol que convirtió, Pjanic (un volante central con gol, de ésos que nos faltan en la Mayor) presionó la salida de Torino, le birló la pelota a Rincón, y del resto se encargó el cordobés, que remató cruzado para abrir el derby. ¿Cómo lo cerró? Otra vez Pjanic robó y la pasó, Higuaín -quien no fue titular, ver aparte- encaró al área con la marca encima y la bola le quedó a Dybala, quien definió con calidad al segundo palo aprovechando el espacio que había generado Pipita. Golón de la Juventus. Y también una jugada para prestar atención: si en la Mayor, el ariete de turno le genera un espacio, Paulo puede ser una alternativa para herir con la cancha de frente. El Torino de Ansaldi -titular- y Boyé (ingresó en el segundo tiempo) puede dar fe de ello...

PAULO Y UNA GRAN DEFINICIÓN, LA DEL 4-0. GOLAZO.