Una patada al chope
El desgarro de Wanchope es más grave de lo esperado, tanto que en Huracán ya no jugará más y a la pretemporada de Boca llegará con lo justo.
Para Guillermo Barros Schelotto fue una patada en el pecho que Benedetto se rompiera los cruzados. Lo fue saber que no contará con el Pipa en lo que resta de este año, en el inicio del otro, en la final de la Supercopa en febrero (con River o Atlético Tucumán) y hasta en buena parte de la Libertadores. Pero no hay dudas de que la otra patada en el pecho para el DT de Boca fue que, 24 horas después de la lesión de su goleador, Ramón Ábila se desgarró jugando con Huracán. Pero eso no fue todo... Ayer se conoció que Wanchope sufrió un desgarro en el tendón del aductor izquierdo, lo cual implica tres cuestiones: que la recuperación le demandará un poco más de tiempo que lo habitual, que en Huracán no jugará más y que a la pretemporada de Boca llegará con lo justo.
Un desgarro común lleva aproximadamente 21 días de evolución. Pero en el caso del cordobés (que tiene contrato con el Globo hasta diciembre), le demandará entre un mes y un mes y medio. Así que... chau torneo. El alivio: es una lesión que no requerirá de una operación, como le pasó al Chaco Insaurralde. Por ende, las cuentas son claras... Wanchope llegaría al arranque de la pretemporada con Boca -el 2/1/18- con 42 días de recuperación, o sea, seis semanas clavadas. Y esto podría significar un problema para el Melli, ya que tendrá un inicio de año agitado.
La buena para el DT es que es la primera lesión “seria” de Ábila en sus últimos tres años. Así que, en principio, volverá sin problemas.