EL NOMBRE NO ALCANZA
Tevez bajó su nivel y Boca lo siente. Angelici avisó que ya nadie juega por el nombre. ¿Qué hará Guillermo?
Angelici dijo que en Boca nadie juega con el nombre. ¿Qué hará Guillermo?
Mirá... Cua ndo llegó tuvo partidos buenos y otros no tan buenos, como otros jugadores. Me parece que él es un gran futbolista que en un equipo como Boca, más en una derrota, queda expuesto cuando juega mal. Ya no alcanza con el nombre...”.
No es una charla de café. Tampoco una conversación entre hinchas a la salida de la Bombonera. Quien habla, de hecho, quien exterioriza su molestia, no es justamente un hincha del montón. Ni el jugador al que hace referencia, un hombre habituado a recibir cuestionamientos internos. No. Es el presidente del club, a cinco días de una final perdida con River, hablando del símbolo del plantel actual y a quien eligió dos veces para liderar al grupo, al equipo y ser la cara de su gestión. De Angelici y Tevez trata este nuevo capítulo de una historieta que nació el jueves por la mañana con el reto del pope dentro del vestuario y continuó ayer en público, en TyC Sports, con una crítica acorde al mal presente del ídolo y que abrió el debate en el Mundo Boca. ¿Juega por el apellido el 32? ¿Qué piensa el Mellizo? ¿Hay chances de que salga del 11 la fecha que viene contra el escolta? ¿Quién está mejor que él para sacarle el lugar?
No hace falta ser un erudito en la materia para darse cuenta de que el Apache está lejos de su mejor nivel y que el cambio de posición tampoco generó que recupera la chispa que lo caracterizó hasta no hace mucho tiempo antes de sus “vacaciones pagas” en China. Ante Atlético jugó en la posición donde más cómodo se siente, detrás del 9, y tampoco anduvo. Más allá de una buena asistencia para Ábila en el primer tiempo y algunas corridas en el segundo, no hizo mucho más que en Mendoza, donde casi no la tocó.
Si Carlos Tevez se llamara Juan Pérez, quizá Guillermo ya hubiera analizado la posibilidad de reemplazarlo. Aunque su presencia entre los 11 se explica más por la ausencia de un referente de área que asegure un rendimiento superior al del Apache que por merecimientos propios. Con Benedetto, quizá Tevez nunca hubiera llegado. Con Ábila y Bou, cuesta imaginarse al ídolo sentado en el banco. Aunque las palabras del presi puedan servir como paraguas protector en caso de que el cuerpo técnico decida reemplazarlo, por la cabeza del Melli no ronda la idea de sacarlo.
Incluso, el cambio de posición en Tucumán se debió más a la suspensión de Cardona que a una decisión táctica independiente a la sanción del colombiano. Frente a Talleres es muy probable que Tevez vuelva a jugar de 9 y sea Wancho quien le deje su lugar a Edwin, pieza tan o más intocable para el Melli que el propio Tevez. En la encuesta de Olé, el 70% de los votantes (de todos los equipos) lo quieren afuera. Lo único cierto: más allá de cualquier declaración, el puesto se defiende en la cancha. Llámese Juan, Pedro o Carlos Alberto Tevez.