SE FUE CON UN SABOR AGRIDULCE
Silvio Romero convirtió su primer tanto en el Rojo, pero en el final falló una situación inmejorable para conseguir el triunfo: “Tengo mucha bronca”.
Los rostros hablaron por sí solos. No resultó necesaria ninguna declaración para conocer el sentir de los jugadores de Independiente. Uno de los compugidos fue Silvio Romero. Justo él, que ayer tuvo una noche a puro contraste en Victoria. Si bien convirtió su primer gol con la camiseta del Rojo a través de una gran definición -digna de su jerarquíacerca del final despilfarró una situación inmejorable para conseguir el tanto del triunfo ante Tigre. Razón suficiente para marcharse con un sabor agridulce. “No puedo ser objetivo para analizar el partido porque tengo mucha bronca por el resultado”, explicó en vestuarios.
Ariel Holan decidió incluirlo en la formación titular como extremo por la derecha, en lugar de Martín Benítez (ver Bení, descansá). El Chino hasta aquí había ocupado la posición de referencia del ataque frente a Temperley (0-0) y Banfield (1-0) por la Superliga y contra Deportivo Lara (0-1), en la Copa Libertadores. Ayer, debió moverse por otro sector y le costó entrar en el circuito de juego. Sin embargo, en el minuto 32 fue habilitado por Fernando Gaibor y resolvió con clase, imposible de tapar para Julio Chiarini, arquero local. Con el correr de los minutos, en especial en el segundo período, quedó aislado sobre la banda derecha porque el Rojo no tuvo el control de la pelota. Recién en el último tramo del encuentro, cuando Holan reemplazó a Emmanuel Gigliotti (molestia en la rodilla izquierda), Romero pasó a ubicarse en el centro del ataque. En esa posición recibió en el área un pase de Domingo a los 41’, aunque pateó de sobrepique y el tiro pasó cerca del travesaño. Dejó pasar la oportunidad. Más allá de no poder convertir, el Chino mostró su categoría, esa por la que el Rojo invirtió 4.200.000 dólares para comprarle el pase a América de México.
FUE EL SEXTO GOL A TIGRE. CUATRO EN LANÚS, UNO EN INSTITUTO.