DE COPA CAÍDA
Racing y un final de semestre muy amargo: afuera de la Libertadores de 2019 y anoche fue eliminado de la Copa Argentina.
Parece mentira que Racing haya logrado, en un puñado de días, manchar tanto una campaña que pintaba para excelente. Cuatro días para ser exactos. En lo que le dura una semana laboral a un oficinista, la Aca- demia tiró por la borda gran parte de lo que había logrado bajo el mandato del Chacho Coudet. Con la herida aún abierta por el golpazo del lunes pasado, cuando quedó afuera de la Libertadores 2019 jugando en su casa contra Colón, perdió contra Sarmiento de Resistencia, del Federal A, y le dijo adiós a la Copa Argentina en su primera presentación de esta edición. Muy poco tiempo para que se hayan roto tantas ilusiones...
Y entonces no llamaron la atención los silbidos para el equipo que ambientaron el final en la cancha de Banfield, los primeros que resonaron en los oídos de Coudet desde que es el DT. Porque, además de haberse quedado afuera de dos copas (considerando que la Sudamericana no era el objetivo primordial) en un puñado de días, lo de la Academia anoche fue grave desde lo futbolístico. Por lejos, el peor partido del semestre, por contexto y rival. Que se entienda que estas líneas no desemerecen el trabajo de los chaqueños, que se plantaron con orden, actitud, mucha presión y bastante juego brusco para igualar la indiscutible diferencia de categoría entre uno y otro. Pero lo de Racing fue decididamente un desastre. Generó muy pocas situaciones de riesgo, a pesar de que un par fueron muy claras (la del arranque de Centurión, tras centro de Piovi, y una de Lautaro Martínez cuando el match ya estaba 1-0, las más destacadas), se mostró inseguro en el fondo y hasta quedó la sensación de que le faltó carácter para sobreponerse a Sarmiento, que lo guapeó. Por eso, sonaría a mala excusa quedarse con el penal clarito que no le dieron a Ricky en el descuento (ver página 11), teniendo en cuenta que la Academia no hizo ningún mérito para seguir con vida en la Copa.
Ah, por si algún desprevenido no había tomado nota, los de Avellaneda fueron con lo mejor que tenían a disposición (nobleza obliga, tuvo unas cuantas bajas por lesión) pero no hubo Lautaros, Centuriones ni Donattis que lo salvaran. Y este final amargo viene sin rápida revancha. Ay...