ASÍ TE ESPERO VENÍ, VENÍ...
En Boca quieren revancha y en Núñez abren los brazos. Ponzio, capitán y hombre clave en los Súper, ya avisó que le gustaría cruzarlo.
En noviembre del 2014, el naciente River de Gallardo levantó su primer pagaré. Tal vez el más difícil de todos. Pero en sólo cinco meses del ciclo ya lo había cancelado eliminando a Boca en la semifinal de la Sudamericana una década después de que los primos festejaran en el Monumental dejando afuera de la Libertadores al equipo que dirigía a Astrada. La conquista tuvo condimentos especiales como el penal que Barovero le atajó a Gigliotti, el zurdazo mágico de Pisculichi y la posterior coronación en esa Copa.
Cinco meses después tocó que otra vez se cruzaran, en los octavos de final de la Libertadores 2015. Y en la previa a esos dos superclásicos, en Núñez se lamentaban de que a Boca le llegara tan rápido una revancha que ellos habían esperado por 10 años. Pero la hombría de Ponzio, el incansable Sánchez y los impenetrables Maidana y Funes Mori (más el Panadero y su gas pimienta) gestaron una nueva historia, la que enterró la paternidad de los xeneizes, la que trasladó a la otra vereda el trauma de los Súper. La Supercopa Argentina que se disputó en marzo pasado fue la reconfirmación de esa racha.
PROTAGONISTAS DEL RIVER QUE DIO VUELTA LA RACHA.
RIVER FESTEJÓ EN LOS ÚLTIMOS CRUCES MANO A MANO.