EL EQUILIBRISTA
Franco espera con calma la lista definitiva que lo llevará a Rusia. Ayer volvió a entrenarse y Gallardo lo cuenta para el partido con Flamengo. De ahí, al Mundial...
VOLVIÓ A ENTRENARSE TRAS DOS DÍAS LIBRES.
Tranquilo, tranquilo... No estoy ansioso. Lo que debo hacer es seguir trabajando”. Y a trabajar se ha dicho, entonces.
Después de los dos días libres, de haber sido elegido como personalidad destacada de Casilda, de haber vuelto a su escuela primaria, de haber inaugurado una biblioteca futbolera con su nombre, de haber recibido el cariño de sus coterráneos y de haber leído un cartel hecho por los niños de su ex colegio en el que le pedían que trajera la Copa (del mundo) y a Messi, Franco Armani volvió a los entrenamientos. A su trabajo. A hacer lo que lo llevó a este momento que, como él mismo acepta, es un sueño.
A tres días de que Jorge Sampaoli dé la lista de 23 jugadores que viajarán a Rusia, el arquero no modifica su discurso, su metodología ni su manera de ser. Todos los indicios lo dan adentro de esta nómina de elegidos aunque nunca se haya entrenado en la Selección. Es verdad que hace mucho tiempo que venía con un gran rendimiento en Atlético Nacional de Colombia, pero estos 20 partidos en River lo catapultaron al equipo de todos.
Si se confirman esos indicios (el que se quedaría afuera es Nahuel Guzmán), entonces deberá seguir trabajando por el premio mayor: ser el arquero titular. Pero claro, para esa lucha con Chiquito Romero y Willy Caballero aún faltan algunos días. Todavía le queda la definición del grupo en la Copa Libertadores con River, el miércoles que viene contra Flamengo. Y aunque había (y hay) algunas dudas con respecto a cuándo debería presentarse con el seleccionado nacional, Gallardo fue claro después del partido contra San Lorenzo y avisó que él no había sido notificado de una probable ausencia del arquero, como así también de Enzo Pérez y Juan Fernando Quintero, los otros del plantel que esperan para saber si serán incluidos en las listas de Argentina y Colombia.
Primero en el gimnasio y después con trabajos de campo bajo la llovizna de una mañana fría, Armani mantiene la calma y trabaja, como siempre.