SALE PAPI FÚTBOL
Shayr Mohamed y Jonathan Barijho son las promesas de Huracán, el club en el que sus viejos supieron brillar. “De mi viejo sólo heredé la pegada, ja”, cuenta el Turquito. “Tengo la misma hambre que mi viejo”, avisa Chipi Jr. ¡A jugar!
Las manzanas no caen muy lejos del árbol, dice el dicho. Y qué mejor ejemplo que Shayr Mohamed y Jonathan Barijho, hijos de dos ex glorias de Huracán, quienes ahora empiezan a escribir sus propias historias en el club. Ambos juegan en la Quinta del Globo que se encuentra puntera. El Turquito es volante central y ya debutó en Reserva. Jony, un nueve como su viejo. Son grandes promesas según cuentan Nestor Apuzzo (coordinador de Inferiores) y Héctor Balsas (el DT de la 5ª). Los chicos hablaron con Olé sobre expectativas que se posan en ellos y sobre sus sueños.
-¿Les genera presión la historia de sus papás acá? Shayr Mohamed: Cuando era más chico me afectaba un poco. Ahora lo que haga bien o mal siento que es una responsabilidad mía y de nadie más.
Jonathan Barijho: Trato de vivirlo tranquilo e intento que eso no me afecte. Tengo que disfrutar el recuerdo que tienen de mi viejo en este club y no ver eso como algo malo o que me perjudique.
-¿Reciben consejos de ellos?
SM: Sí, él siempre está encima mío a pesar de la distancia (NdeR: el Turco está en México dirigiendo a Monterrey). Es un padre muy presente. Yo lo escucho y trato de hacer lo que me dice para mejorar.
JB: ¡Obvio! Me habla todos los días, me dice cómo jugar en el área... Además, me da tips para cuidarme en las comidas. Es algo hermoso que me toca al tener un padre que conoce como nadie el fútbol profesional.
-¿Qué similitudes tienen con sus papás?
SM: No muchas. Yo juego en una posición diferente a la de mi papá, soy interior derecho o contención. La única similitud es la pegada, ja.
JB: El hambre y la personalidad que tenía en la cancha es en lo que más me parezco. Después, yo soy un poco más técnico: él era 9 de área. Soy más de trasladar la pelota.
-¿Con qué jugador se sienten identificados? SM: Israel Damonte, sin dudas: se entrega al 100% en todos los partidos, le gusta jugar con la pelota y pisa mucho el área rival. Apunto a eso en mi carrera.
JB: Con Wanchope Ábila. Trato de ver videos de él para copiar lo que hace adentro del área, para analizar su definición y observar cómo se mueve sin la pelota.
-¿Cuál es su sueño en el fútbol de acá a unos años? SM: Llegar a la Primera de Huracán es un anhelo que tengo desde chico y que me encantaría cumplir. El Globo es el club de mi vida y de toda mi familia. Es donde me crié y donde voy a ser feliz siempre.
JB: Sueño con llegar a Primera y, después, quiero vestir la camiseta de Boca como lo hizo mi papá en su momento. Son dos anhelos que espero cumplir en mi carrera.