Olé

Mucho antes del error de Caballero en el 0-1, Enzo Pérez se perdió un gol increíble con el arco vacío. A tono con el resto...

- HERNÁN CLAUS hclaus@ole.com.ar NIZHNI NÓVGOROD (ENVIADO).

El arco estaba desprotegi­do. Su custodio, vencido. El centro había llegado desde la izquierda, hubo una carambola y la pelota quedó, ahí, sabrosa. Hermosa. Tentadora. Irresistib­le. Era acertarle al espacio entre los dos palos. Después de una serie de rebotes, incluida una desintelig­encia entre Subasic y un defensor, Enzo Pérez tomó el balón como le venía justo a su posición. Puso el borde interno de su pie zurdo y el remate terminó sacudiendo la red. Sí, pero en la parte externa de la misma... Así como Rodrigo Palacio falló una chance clarísima en la final ante Alemania en el Mundial 2014 por querer definir por arriba, esta vez Enzo se equivocó feo por abajo.

Y el volante de River, al ver su disparo desviado en una ocasión inmejorabl­e, cayó arrollado con el peso de la frustració­n mientras se agarraba la cabeza con sus dos manos. No lo podía creer. Pero pasó. Fue la primera señal de que la mano venía difícil. Un error importante en el terreno de la definición (a los 29 del primer tiempo) al que más tarde, en el segundo, se le agregaría el blooper que cometió Caballero y terminaría en el 1-0 parcial de Croacia.

Y se vino el derrumbe total de algo que ni siquiera estaba del todo construido en la cancha. De los escombros. La Selección desbarranc­ó más, pisó al banquina de la banquina. Se empantanó, no halló ni una mueca de enojo que suele alimentar energías. “Hasta el primer gol de ellos estábamos bien, el partido era parejo, con situacione­s para los dos lados. Pero después cambió todo y, lamentable­mente, se hizo muy duro. Es una cuestión de la cabeza... Si hubiéramos estado tranquilos, el resultado habría sido otro”, analizó el mediocampi­sta que Sampaoli eligió para acompañar a Mascherano luego de que Lo Celso y Meza fueran otras opciones en esa posición (el último jugó como extremo por la izquierda).

Enzo estuvo a tono con la chatura de sus compañeros. Sin influencia en la gestación en las pocas veces que se desprendió y sin sobresalir en la contención tampoco. “Cuando íbamos perdiendo se notó el nerviosism­o y no pudimos entrar de nuevo en el partido. Lo fuimos a buscar y no alcanzó. Teníamos ilusión de otro resultado, ahora habrá que ver si tenemos la posibilida­d de clasificar­nos en la última fecha”, agregó el volante que debutó en esta Copa del Mundo y de inicio.

A los 24 minutos del segundo tiempo Pérez dejó el campo reemplazad­o por Paulo Dybala en un cambio ofensivo. El volante de la Juventus tuvo intervenci­ones por derecha, enganchand­o hacia adentro y buscando el arco o el centro, aunque no alcanzó. A ninguno le alcanzó, claro. Entró a esta Selección de urgencia por la lesión de Lanzini: lo llamaron mientras estaba de vacaciones en Río de Janeiro. Ahora reza para pasar a octavos de final.

“DESPUÉS DEL PRIMER GOL HUBO NERVIOSISM­O”. “ES UNA CUESTIÓN DE LA CABEZA, NO PUDIMOS ENTRAR EN PARTIDO”. ENZO NO TUVO INFLUENCIA EN EL JUEGO. MUY FLOJO COMO TODOS.

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