EL APLAZO DE LOS LÍDERES
Messi, Mascherano, Agüero y Di María no lograron rebelarse. Les faltó nivel futbolístico y emocional para sobrellevar tanta presión. Por ahora se van a marzo: habrá que ver si aparecen...
La construcción de un liderazgo suele ir por caminos diferentes. Hay líderes y referente de todo tipo. Y la Argentina, en dos partidos, terminó mostrando que los suyos estuvieron debajo de cualquier cálculo pesimista. Messi, Mascherano, Higuaín y Agüero, en distinta medida y con diferente responsabilidad, no pudieron sacarse la mochila de la presión y resumieron la impotencia de todo un equipo.
¿Quién puede poner en discusión la capacidad futbolística de Messi? No se trata de decir que uno es muy bueno o muy malo a partir del blooper de un arquero. Así como se puso la cinta de capitán para lograr la clasificación al Mundial jugando un partidazo en Ecuador, así no la vivió en Rusia. Gesto adusto, cara de incomodidad continua, apatía y desconcierto conceptual de un tipo tan inteligente para jugar que es difícil comprender qué pasó. Solo no puede, perfecto, lo sabemos, ¿pero alguien cree que no se podía pedir un poco más? Leo tiene su forma de rebelarse y en ninguno de los partidos (lo del penal sería lo de menos a esta altura) amagó con reaccionar. No se trataba de vender humo tirándose a los pies. Se trataba, o se trata porque aún hay chances, de que juegue a la pelota.
¿Quién puede poner en discusión el esfuerzo de Mascherano? La falta de una marcha más, ésa que tenía antes, se evidencia. No fue lo mismo llegar a un Mundial como hombre clave del Barcelona que aparecer en Rusia directo desde la liga china. El tema es que lejos de su nivel, su liderazgo para cambiar cosas durante el partido tampoco aparecieron. Si por momentos Pérez se hizo más líder futbolístico que él. Y dio pena verlo rendido cómo llegaba el 3-0 de Croacia, levantando un brazo pidiendo offside.
Higuaín casi que perdió el puesto en la prácticas. Agüero, quien hizo un partido aceptable contra Islandia, terminó mostrando una versión light del Kun que Guardiola reconvirtió y que la rompe en el Manchester City. En definitiva, para jugar contra Nigeria, ninguno de los dos se impone. No terminaron siendo referencia ineludible, dará igual quién juegue.
Y Di María directamente no apareció contra los croatas, ni siquiera como opción de recambio ante el descalabro. Su flojísimo partido ante Islandia lo sacó del equipo, como pasó con Lucas Biglia y Marcos Rojo, otros históricos tocados. Mientras, es difícil mencionar a un jugador que se lesionó y no está en este Mundial como Romero, que también es de la vieja escuela.
Rebelarse futbolísticamente también pide a veces hacer cosas fuera del manual, salirse del librito en algún momento, para salir de la media como hacen en sus propios equipos. Y si los contextos no ayudan -como ahora-, es en donde los líderes deben sobreponerse. No hay que tirarse al piso para serlo, hay que comprometerse con la causa. Causa que en este caso, ni más ni menos que jugar al fútbol. La historia no tiene un final cerrado. El tema es que parecen más posibles los resultados ajenos a los propios. Los líderes, por ahora, se van aplazados a marzo . El fútbol, la suerte o como quieran llamarle, puede llegar a darles una chance más. Habrá que ver si aparecen.
LEO TIENE SU FORMA DE REBELARSE, PERO NUNCA REACCIONÓ.