DISNEY BOU
Racing goza de la preparación en Orlando. La llegada de la Pantera renovó la ilusión de un grupo que busca vencer a River y pasar a cuartos en la Copa.
Sonríen como niños. Con el castillo de Magic Kingdom de fondo, Alejandro Donatti y Neri Domínguez empiezan a vivir un sueño. Un sueño que sueña todo Racing. Los jugadores se divierten, disfrutan de cada rato libre en la pretemporada en Orlando, que mañana llega a su fin. Se les nota. Muchas veces, no es necesario hablar para decir muchas cosas, para enviar mensajes o dejar un claro estado de ánimo. La Academia la pasa bárbaro en Estados Unidos. Y, está claro, una de las claves fue la llegada de Gustavo Bou, quien renovó la ilusión de un plantel que anhela ganarle a River y avanzar en la Copa Libertadores. Es la Pantera uno de los pilares del grupo. Con Mickey y Pluto de testigos, sobran las fotos, las risas y las cargadas. Racing es Disney Bou.
Claro, el delantero que fue el goleador de la Acade- mia en el título de 2014 y en la Copa Libertadores 2015 no está sólo. A su lado, tiene dos laderos que tiran el grupo para adelante en todo momento y lo reflejan en las redes sociales: Pillud y Centurión, dos que lo recibieron con los brazos abiertos y se pusieron muy felices con su regreso. Pero la Pantera se ganó enseguida el cariño del plantel. Porque además del abrazo con Licha López, socio afuera y adentro del campo, de la buena onda con Centu, el nueve conduce el carro de la ilusión a los abrazos con Cardozo, y con Donatti (hicieron buena onda en Tijuana) y Sigali cubriéndole las espaldas. No hay dudas, sabe que ahí está bien protegido.
Las pretemporadas son mucho más que correr con pesas, agarrar ritmo de juego o terminar cada entrenamiento con la lengua afuera. En esos días, muchos entrenadores buscan fortalecer las bases anímicas, generar confianza, formar un grupo. Y en eso anda Eduardo Coudet, quien entiende que el estado de ánimo será clave para el duelo ante River. Los jugadores así lo entienden. Ahí andan, siempre juntos, de un lado al otro, disfrutando de la estadía en la ciudad donde el Pato Donald hace estragos. Está claro, la Academia es un parque de Riversiones...