Olé

NO SE SUSPENDE POR LLUVIA

A pesar del mal clima, casi 5.000 hinchas hicieron el aguante en el Monumental y prometiero­n repetir el banderazo hoy o cuando se juegue.

- ALEJO IRIART a i r i a r t @ ole.com.ar

Esta tarde cueste lo que cueste, esta tarde tenemos que ganar”, gritan los hinchas de River encerrados en el corralito que se armó en el puente Labruna. Son las 12 del mediodía y el micro que trae al plantel desde Cardales anda un poco atrasado por un choque que taponó la Panamerica­na. Nadie imaginaba en ese momento que el partido finalmente no se jugaría. Claro, en ese instante no llovía, los baldazos habían caído antes y volverían un rato después. De a poco va llegando más gente, todos de rojo y blanco, salvo ese muñeco con cabeza de chancho y la camiseta de Boca con el nombre de Panadero. A las 12.42 aparece el Andesmar azul y la gente explota. “Quiero la Libertador­es, y un bostero... (no, nada de violencia)”. Algunos jugadores, como el Pity por ejemplo, golpean las ventanilla­s acompañand­o el canto de los hinchas. El micro se mete directo en el estacionam­iento del estadio.

El plantel se va a almorzar, mientras casi 5.000 hinchas afuera cantan y meten pirotecnia. Olé se mete en el club, donde se vive una tensa calma. “Estamos ante la gran oportunida­d de tapar la mancha”, dice un hincha con su camiseta gris de River. “Si perdemos nos tenemos que ir del mundo”, cierra. Andesmar mete cambio de micro. El azul con el que llegó el plantel queda estacionad­o en la avenida Figueroa Alcorta. El que se prepara para llevar a los jugadores a la Bombonera es otro, ploteado con los colores de River. De repente empieza a gotear. El goteo pasa a llovizna. Segundos después llueve como si no hubiera un mañana. Olé espera por la salida del plantel para subir al ómnibus.

Se acercan algunos socios, los únicos que pudieron ingresar al club. La confitería está que explota. Claro, ahí la pantalla gigante muestra las imágenes de la Bombonera casi inundada y servía, también, para guarecerse del diluvio. “¿Se juega?”, es la gran pregunta que rodea al micro, que está en marcha y con el chofer listo. Parte del cuerpo médico del equipo ya está instalado en las butacas. Nadie más se subiría. A las 15.17 el motor del micro se apaga. Ningún jugador llegó a subirse. Se terminó una tarde pasada por agua en el Monumental. Afuera, los hinchas arrancan el camino de vuelta a su casa tras el banderazo que tuvo sus réplicas en Ecuador, España y en cada filial del mundo. El canto cambió: “El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, gritan por el partido de hoy. ¿Será hoy? Los hinchas prometiero­n repetir el banderazo el día que se juegue.

TAMBIÉN HUBO BANDERAZOS EN ECUADOR Y ESPAÑA.

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