EL CUERPO TÉCNICO LO VE COMO UN JUGADOR EUROPEO.
Argentina: hoy la mayoría de los futbolistas maduran más grandes que antes. El cordobés de Calchín, en ese sentido, es un prodigio. Un pibe que no siente la presión de los partidos más abismales. Lo demostró en el Bernabéu a los 18 y también el jueves pasado en Santiago del Estero, ingresando para darle frescura al equipo y ser una pieza clave para empezar a definir lo que sería una goleada histórica a Racing. Su golazo a lo Francescoli y su asistencia a Suárez son apenas los hits de su última función, que promete mucho para lo que viene.
Y es que lentamente Álvarez va ganando lugar y ya está a un pasito de consolidarse en el equipo. Gallardo lo llevó de a poco y ahora, con un Borré que finaliza su vínculo en apenas un puñado de semanas, Álvarez es el reemplazo natural que aparece en la sucesión del goleador de este ciclo que ya lleva casi siete años, incluso con la contratación de Agustín Fontana, un delantero con características más similares a las del colombiano pero con un período de adaptación que por ahora se presume a largo plazo. La 9, entonces, cada día le queda mejor a Álvarez, que ya acumula 51 partidos
en la Primera del club de sus amores, de los cuales en 25 fue titular, y por ahora redondea números increíbles para su edad: suma 12 goles y nueve asistencias en 2.485 minutos en cancha. Es decir: en promedio, Julián convierte o da un pase gol cada 118 minutos. Una locura para un chico que no para de crecer y que evidentemente no se bajoneó cuando el año pasado, después de un gran arranque post cuarentena con cinco gritos en la Copa Libertadores (orgullo de su tierra, ya es el cordobés que más goles hizo en River en una misma edición de CL) bajó su nivel y perdió el puesto que Gallardo le había asignado en un principio jugando con Borré y Suárez en el ataque.
Con contrato hasta diciembre de 2022 y una cláusula de 25 millones de euros, ya está escrito que más temprano que tarde jugará en Europa. Mientras, quiere seguir madurando en Núñez. Ya es el Hombre Araña.