“Gallardo no te deja relajar ni un segundo”
Auzqui asegura que los palos que recibió le sirvieron para llegar a River, aunque reconoce que fue “algo impensado”. Conocé la vida del Perro, su adaptación y el sueño de la Copa.
uédense tranquilos que no me dicen Perro por burro, ja, ja”. una sonrisa que tuvo durante toda la charla con Olé, Carlos Auzqui bromeó sobre su apodo y aclaró que surgió “en Estudiantes porque se me había pegado decirle ‘eh, perro’ a todo el mundo en el club”. Feliz, “más que contento”, por no haberse ido a Alemania y haber llegado a Núñez, ya que es un salto en su carrera y, además, porque evitó mudanza de país con su mujer Cinthia y Lupe, su beba de apenas siete meses. Distendido, suelto, como si todavía no cayera del paso que dio aunque ya siente la banda roja y, por ejemplo, no lo nombra a Boca, simplemente se refiere a “la vereda de enfrente”. El delantero habló de todo, de sus expectativas, sus comienzos, los sueños, en qué puesto se siente mejor y una constante de su carrera: “Fui bastante criticado”. -¿Te molestan las críticas? -No, al contrario. -¿Te motivan? -Obvio. Por eso estoy ahora en River. Si uno escucha una crítica y se bajonea, no llega a ningún lado. A mí me ayuda mucho la crítica para trabajar el doble y para demostrar que están equivocados. Y hoy creo que se equivocaron cuando me criticaron. -¿A qué edad arrancaste en el fútbol? -A los cuatro años empecé en Temperley. Después hice Prenovena en Racing y, tras ocho meses ahí, me fui para Estudiantes, donde jugué todas las Inferiores. -¿Alguna vez tuviste que salir a trabajar? -No, por suerte mi viejo Carlos, que es diseñador gráfico, siempre fue muy laburador y nos mantuvo. -¿Y fue difícil salir del club después de tanto tiempo? -Obvio. A ninguno le puede resultar fácil irse de un club en el que estuvo tanto tiempo. Fueron 14 años muy buenos. Estudiantes me formó como jugador y
GALLARDO TRABAJA CON MUCHA INTENSIDAD, NO TE DEJA RELAJAR NI UN SEGUNDO. TE PIDE QUE ATAQUES TODO EL TIEMPO, LE GUSTA TENER LA PELOTA Y DE A POCO ME VOY ACOMODANDO A LO QUE QUIERE”. Su primera impresión del Muñeco
persona. Viví un año en la pensión, pero no me gustaba porque era mucho encierro para mí, ja. Yo prefería viajar. -¿Las Inferiores las compartiste con tu hermano Diego? -Sí, y jugamos juntos en Reserva. En Primera no tuvimos la suerte de poder compartir la cancha, no coincidimos. Después él se tuvo que ir, ahora está en Gimnasia de Jujuy, y a mí me toca estar acá. Se extraña un poco, pero ya me estoy acomodando. Cuando firmé con River le mandé un mensaje y se puso muy contento. Es algo soñado, impensado. Si hace seis meses me decían que iba a ser jugador de River, te hubiera respondido que era imposible. Pero con mucho trabajo y dedicatoria las cosas buenas llegan. -De los técnicos que tuviste, ¿cuál fue el que más te marcó? -Uno de los mejores que tuve fue Milito, me dejó muchas cosas buenas, como todos los movimientos que aprendí gracias a él y sigo usando. Me dejó muchos conceptos y mejoré mi juego. Este tiempo con Vivas también aprendí. Es un técnico calentón que no te deja relajar. -¿De Sabella qué pudiste aprender? -Mucho. Me tocó debutar muy chico y él me hablaba como si fuera mi viejo. Ojalá que algún día vuelva a Estudiantes. -¿Y ahora cómo viene la adaptación? -Bien. La verdad que los chicos, desde el momento en que llegué, se portaron genial conmigo. Por suer-