EL GOLEADOR DEL MUNDIAL, POR AHORA, ES CRISTIANO CON 4 PEPAS.
Fui al Fan Fest con intención de ver sufrir a los portugueses y terminé escuchando cómo todos creen que es mejor que Messi. El festejo con los rusos termina al amanecer. La Selección de Stanislav Cherchesov prácticamente se mete en octavos de final con el triunfo sobre Egipto -la victoria Uruguaya un día después terminaría de confirmarlo- y la cerveza inunda las calles moscovitas. Los amigos del bar Pub Daddy invitan varias rondas y se lamentan cuando se enteran de que para el tercer partido, frente a Uruguay, voy a estar en San Petersburgo. “No van a necesitar que les traiga suerte”, les digo, y se quedan más tranquilos.
Ya el miércoles juega Portugal y medio mundo está pendiente de Cristiano Ronaldo, que en el debut la rompió ante España y tiró solo de su equipo. Son varios los lusos que se quedan con las ganas de concurrir a Luzhniki porque hay gente de todo el mundo que compra tickets para el partido. Incluso yo, que lo detesto como los argentinos a la línea de tres, quise pagar 100 dólares, aunque no fue posible.
En el metro rumbo al FIFA Fan Fest – queda dos estaciones después del estadiome encuentro con Filipe y Luis -cuack, y enseguida les pregunto por la rivalidad entre su ídolo, CR7 y el mío, la Pulga. “Son dos grandes jugadores. No puedo decir quién es mejor, pero cuando sea más grande le contaré a mis nietos que pude disfrutarlos a ambos”, cuenta Filipe, médico e hincha del Sporting de Lisboa. “Eusebio, Figo y Ronaldo son nuestros tres máximos ídolos”, agrega quien reconoce a Gimnasia de
La Plata por Fabián Rinaudo. Su amigo, administrador de empresas e hincha del Benfica, cree que Cristiano “está por encima de Messi en la actualidad”. Está claro que desde la Euro de 2016 y con las tres últimas Champions League ganadas por el Real Madrid es muy difícil encontrar a alguien que crea lo contrario. Yo sigo con mis convicciones fuertes: CR7 es un goleador espectacular pero lejos está de ser el mejor jugador del mundo.
En el Fan Zone, como le dicen los rusos, me detengo a conversar con un grupo de chicas portuguesas. Mara se presta para la charla y está segura de lo que dice: “Cristiano comenzó mucho mejor que Messi en el Mundial, pero siempre ha sido así. No hay comparación”. Lookeada para la foto, cree que el argentino es apenas “un buen jugador”, pero que “Ronaldo es más decisivo”. Está por comenzar el partido y hay mucho viento.
En Brasil 2014 presencié la goleada de alemanes sobre portugueses en las playas de Copacabana – resultado que los terminaría dejando afuera en la primera ronda por la diferencia de gol- y en esta oportunidad tengo alguna esperanza de que, al menos, sufran un poco. Sin embargo apenas se cumplen cuatro minutos cuando la defensa marroquí deja solo al goleador de torneo: cabezazo y cuarto gol de CR7, que festeja haciendo todo tipo de morisquetas. Quizás sea por mi forma de ser, algo insegura o tímida, pero lo que más me molesta del delantero de Real Madrid es su ego. Un tipo que no quiere ni a sus compañeros de equipo jamás puede ser el mejor. Es fútbol, no tenis.
El partido es entretenido pero el resultado comienza a tornarse injusto. Los europeos dependen exclusivamente de su jugador emblema, quien después del gol aporta poco y nada, como en innumerables partidos con los madrileños. Cuando comienza la segunda mitad, me encuentro con dos jóvenes paulistas torcedores del Santos. Vitor y Rafael coinciden: “Messi ha sido mejor jugador en su carrera, pero la actualidad le pertenece a Ronaldo”. Les pregunto por Maradona y Pelé, y opinan: “Lo de Diego es como lo de Ronaldinho. Fue el mejor durante poco tiempo, porque se dedicó a la fiesta. Pelé a los 17 años ya era campeón del mundo, mientras cualquiera de nosotros a esa edad está aprendiendo matemáticas”, argumentan en perfecto español.
Vitor, además, es el principal administrador de Santos Depressivo, una plataforma de entre YouTube y redes sociales cuenta con más de 200 mil seguidores. Me pide una opinión sobre el duelo entre Santos e Independiente por la Copa Libertadores y no me tiembla el pulso al hablar en un portugués bastante horrible. También es miembro del Movimiento Verde Amarelo Brasil, una organización de hinchas que siguen a la Selección: “No podía ser que todos los sudamericanos se juntaran para alentar a sus Selecciones y nosotros no lo hiciéramos”. Termina el partido y Marruecos queda eliminado. Por suerte me distraigo con los brasileños porque no soporto ver a Ronaldo festejar.