CANTEMOS TODOS
Ciro y Los Pericos pusieron rock y reggae argentino en Moscú ante más de dos mil hinchas que al final se unieron en un grito de aliento para el equipo de Sampaoli.
Tensión en el ambiente. Gritos de cancha. Gritos de que hay que ganar o ganar. Banderas recitaleras. Gente que nunca había visto a ninguno de los que iban a tocar. Dos mil argentinos que no pueden con la adrenalina de pensar que faltan horas para un partido tan determinante en el Mundial. Y el desahogo se hizo música en Moscú. Con clima futbolero irremediable, salieron a la cancha Los Pericos y Andrés Ciro y la rompieron toda. Cantemos todos. Y cantaron todos. “Teníamos miedo de que no se llenara. Hasta que no salíamos a tocar no sabíamos qué iba a pasar. Porque en la previa pensábamos que muchos ya se habían ido para Nizhny, donde juega Argentina. De hecho dos amigos míos que están en Rusia tampoco pudieron venir. Al final fue espectacular”. Andrés Ciro se largó a hablar con Olé y no parece forzado. De verdad pensaron que no iba a ser lo que fue: un show a pura energía. Juanchi Baleirón, de Los Pericos, fue mucho más allá. “Nunca en mi vida viví un recital con tanta intensidad. Ya no se trataba de fútbol o música, estaba en la comunión
de la gente. Músicos arengando y entreteniendo. Una adrenalina por el partido que se viene infernal”. -Como músicos ya los conocemos pero, ¿cómo son como hinchas?
Ciro: Siempre me pongo muy nervioso. La última vez por ir a ver a mi hijo casi me luxo el hombro. Le decía a un amigo, ‘viste los padres que gritan’, justo metió un pase así cruzado, otro metió el empate y me paré a gritar y todavía me duele. Y ahora estoy muy nervioso. Hay mucha tensión. Hay que ganar o ganar y eso hace que uno se meta presión.
Juanchi: Nervioso, puteo y luego me arrepiento. Soy un bocasucia como todo argentino cuando ve fútbol. Muy pasional, dos horas en trance de locura. Soy fanático de Boca pero no enfermo, no voy a la cancha. Pero lo que pasa con Argentina es otra cosa. El fútbol uniendo a la gente, jugando todos por una copa y no por un club. Se veía en el show. No importan de dónde seas: Boca, River o Victoriano Arenas. Fue histórico. -¿Qué goles de la Selección gritaron más?
C: El de Cani a Brasil es uno, sin dudas. El del Diego en el 86 que yo pensé que se había ido afuera y mi viejo lo gritaba igual, fue inolvidable. El del Diego con Grecia es otro que grité mucho. J: El de Valdano en la final del 86 lo grité muy fuerte. Ya estaba tan nervioso que el de Burru no tanto. Eso sí, me gustaría decirte cuál fue el gol que más putée en mi vida: el de Gotze. ¡Cómo nos ganaron ese Mundial, era nuestro! -¿Creen que Messi tiene mucha presión?
C: Me da pena que la presión caiga sobre él y que él la sienta tanto. Es un tipo sensible aunque no parezca. Se ve en su juego que le pesa la presión que le ejercemos. Ojalá que lo pudiéramos cubrir y proteger de algún modo. Son personalidades y formas de ser. Al Gordo (por Diego) le chupaba un huevo e iba para adelante y a él quizá le pese más. Yo quiero que esté bien para que salgamos campeones. Erró un penal, sí, pero es un chabón como todos, a veces puede fallar.
La gente no se quería ir. La tensión seguía en el ambiente. La música había sido el primer desahogo que debe completarse este jueves.
“FUE ALGO ESPECTACULAR”. Andrés Ciro Martínez Ciro y Los Persas
“NUNCA VIVÍ UN RECITAL ASÍ”. Juanchi Baleirón Líder de Los Pericos