MEEEEE LA BANCO SOLO
Cristiano Ronaldo volvió a ponerse a Portugal al hombro para ganar un partido que no merecían. El goleador quiere que Rusia sea el Mundial de CR7.
Más lo provocan, más provoca. Le hablan de desafíos y él redobla la apuesta. Cristiano Ronaldo, un ganapartidos, volvió a meterla, fue totalmente determinante para que Portugal derrotara a Marruecos y se rió del festejo tocándose la chiva. El mensaje sin mensaje para Messi lo estimula.
Dijo que no fue para Leo pero… Lo único cierto y comprobable que cada día que pasa en el Mundial le pone la vara más alta al argentino. Y eso lo hace disfrutar. Cuanto peor juega Portugal, más grande es CR7. El equipo no defendió bien, no tuvo transiciones en el medio como para llegar limpio, sufrió en cada ataque pero contó con su gran goleador para ganar un partido que no tenía que ganar. Marruecos, con su buen pie y criterio para jugar la pelota, terminó penando por no tener ni el 10% de la contundencia del crack rival.
Si quisieron hacerlo enojar, lo consiguieron. Los miles de marroquíes que coparon el estadio lo desafiaron a CR7 con una bienvenida alabando a “Meeessi, Meessi”. Él ni los miró. Sólo estuvo atento, a pesar del gran goleador que es, a un regalo del cielo en el área cuando arrancaba el partido. Y a cobrar. No cambió nada de lo que se insinuó en el arranque. Marruecos presionando en tres cuartos, robándole la bocha rápido y luego tratándola muy bien. El triángulo que armaba El Ahmadi, Belhanda y Amrabat volvió locos a William (debió ser amonestado) y los laterales, Cédric y Raphael eran una invitación a ser encarados. Pero cuando no tenés gol, cuando para patearal arco das tantas vueltas, se complica. Cristiano defendía mejor (rechazó dos centros peligrosos) que Pepe y así, sin poca participación, se mostraba determinante metiendo un pase riquelmiano de gol a Guedes que no supo resolver. Rui Patricio empezó a sacar una. Y otra. Y otra. Benatia lo tuvo y no resolvió, Dirar tampoco aprovechó la suya, a El Kaabi el zurdazo se le fue desviado y el partido terminó con la frustración de un Marruecos que jugó mejor, pero le falló eso que no le falló a Portugal. Porque Cristiano Ronaldo, en definitiva, es eso: un ganapartidos.
Un ganapartidos que no se va a sacar la barba mientras siga haciendo goles. Un Cristiano auténtico con el combo completo: crack, goleador, determinante y provocador. Chiva chiva, Messi o quién se le ocurra ponérsele a discutir qué es esto de ser el mejor del mundo.