GOLES SON AMORES |LUIS SUÁREZ
Suárez le dio el triunfo y el pasaje a los octavos a Uruguay. Se los dedicó a Sofía, su mujer, embarazada, y a sus dos hijos, todos felices en la cancha.
Un par de imágenes que resumieron el partido se dieron en ambas áreas consecutivamente, con la figura del protagonista. Suárez rechazando de cabeza y, al toque, forzando una falta en ataque. Las ganas de Lucho, Sánchez, Godín y Cía. fueron más que el fútbol de la Celeste, pero suficientes para ganarle 1-0 a Arabia Saudita y conseguir la clasificación a octavos de final por tercer Mundial consecutivo. Automáticamente, Rusia también sacó el ticket. El lunes a las 11 definen quién gana el grupo.
El juego en el Rostov Arena no será recordado por su nivel, pero sí porque Uruguay confirmó su estirpe copera. Desde la seguridad de Muslera (no perdió un centro, las pocas que tuvo las resolvió), la bandera que enarbola Godín para cortar y hasta subir la pelota, las corridas de Sánchez y su pegada y la insistencia de Suárez con el arco en la mira, al equipo de Tabárez le alcanza para convertirse en uno de los animadores en Rusia. Sólido abajo y arriba, con problemas en el medio, quizá no brille como otros, pero no será fácil ganarle.
Sobre todo porque apareció el goleador, distanciado de la pelota en el debut. El Pistolero estuvo en el momento y lugar indicados para meter el 1-0 de zurda luego de una pésima salida del arquero, uno de los tres cambios que hizo Pizzi luego del 0-5 ante los rusos. Con este tanto, el 9, en su partido N° 100 en la Celeste, llegó a los 473, igualando a Fernando Morena (un ex Peñarol, Lucho representó a Nacional, la contra) en la cima de la tabla de goleadores de su país. Además, es el único uruguayo en meterla en tres
mundiales (desde el 2010) y, con seis, igualó a Diego Forlán como segundo artillero charrúa en Copas, detrás de Oscar Míguez (8; campeón del 50 en Brasil).
Lucho contó con la complicidad de Arabia para que todos hablaran de él. El rival no inquietó al team del Maestro (en los últimos 15’ pasó del 4-4-2 a un 5-3-2 para cerrarlo), que no terminó contento más allá de la clasificación: “Lo único que me sorprendió es el bajo nivel de mi equipo durante muchos minutos. Si lo comparamos con otros partidos, estuvimos muy lejos de esos momentos”, dijo el DT
En cuanto a los asiáticos, más allá de sus limitaciones, pareció que jugaron con exceso de cautela para que no se repitiera la goleada del jueves. Sin jeraquía ni peso para poner en peligro al rival, cuando Uruguay le cedió la iniciativa, Arabia no supo aprovecharla aunque se repartieron la posesión del balón (51 a 49%). Bahbir, volante izquierdo, fue lo más peligroso. Sobre el final, los centros le pusieron un poquito de emoción al duelo, aunque Muslera se encargó de desactivar toda chance. ¿Uruguay pudo aumentar? Sí, con el cabezazo afuera de Sánchez y un remate que el arquero le tapó a Cavani
La gente terminó con el “vamos a ser campeones como la primera vez”. En la tribuna estaba la familia de Suárez, festejando por dos: los pequeños Benjamín (5) y Delfina (8) acompañaban a mamá Sofía, embarazada de un varón. A ellos el goleador les dedicó el 1-0. Un gol para sus amores y los hinchas, a los que nadie les quita la ilusión más allá de cómo juegue el equipo.