La Ciudad insiste con las clases a la intemperie
Además se anunció la apertura de terrazas y patios de bares y restaurantes
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El gobierno porteño anunció un “nuevo paso” en la flexibilización de la cuarentena. Con 1100 contagios diarios promedio en los últimos diez días, Horacio Rodríguez Larreta informó que insistirá ante Nación para que se autorice “algún grado de presencialidad” en la educación, comenzando por los 6500 chicos que, según sus cálculos, rompieron todo vínculo con la escuela, y por los alumnos de primer grado y de quinto año. “Si es necesario saquemos los pupitres y las sillas a la calle”, propuso, en un anuncio que en rigor ya fue dado a conocer y repudiado por los gremios docentes. El jefe de Gobierno dijo además que habilitará las terrazas y patios de los locales gastronómicos, después de permitir la atención en las veredas. También podrán retomarse grandes obras de construcción, y se autorizarán celebraciones religiosas con no más de veinte personas.
En conferencia de prensa, rodeado de ministros, Larreta destacó que “llevamos diez semanas donde los contagios nuevos están estabilizados en 1.100 casos” y “dos meses que la ocupación de camas de terapia intensiva en el sistema público está en un 60 por ciento”. “Es una estabilidad en un nivel alto pero alentadora”, opinó. Luego de repasar las actividades que ya funcionan, anunció “un nuevo paso” en “la prioridad uno que es la educación”.
Dijo ser consciente de que “no están dadas las condiciones sanitarias para volver a las clases como antes”, pero también de la necesidad de hacer el mayor esfuerzo para “en forma progresiva ir retomando el vínculo para con la escuela, para aquellos estudiantes que lo necesitan, con algún grado de presencialidad”. Aseguró que los expertos en niñez que lo asesoran le insisten “obsesivamente que antes de fin de año arranquemos”. Como grupo prioritario nombró a los “chicos que perdieron todo vínculo con su escuela: tenemos 6500 identificados”, aseguró. “Proponemos darles apoyo escolar, para revincularlos con sus docentes y con todo lo que hace al ámbito escolar. Esto es urgentísimo”, aseguró.
El que ha dado en llamarse de “clases a la intemperie” es un protocolo que Nación debe autorizar, y pasado mañana habrá una reunión entre los ministros de Educación y Salud de Nación y Ciudad para definir el tema. Ayer hubo otro encuentro entre Nicolás Trotta y Soledad Acuña, tras la cual Trotta advirtió que “es urgente contar con la georeferenciación de los 6500 estudiantes para entregarles las netbooks” ofrecidas para quienes perdieron vínculo con la escuela (ver nota aparte). Los otros grupos prioritarios ubicados fueron primer grado y quinto año de secundaria, y los adultos que aprenden
Larreta habló de “estabilidad en nivel alto pero alentadora”, dijo que es “urgentísimo” llevar la escuela al aire libre, y anunció aperturas gastronómicas y de la construcción.
oficios. Tanto Larreta como Acuña dejaron claro que la idea es comenzar por estos, para ir sumando el resto de los grados a las calles y plazas. “Seamos creativos, si es necesario saquemos los pupitres y las sillas a la calle. Proponemos hacerlo en grupos de a diez, donde puedan ir dos veces por semana”, expresó Larreta. “Lo podemos organizar fácilmente al aire libre, es un tema de decisión”, evaluó.
Sobre los restaurantes y locales de comidas, Larreta consideró que el inicio de la flexiblización fue exitoso y anunció que desde pasado mañana también podrán pedir permiso para funcionar “aquellos locales gastronómicos que no tenían permiso anterior para tener mesas en la calle”. Indicó que tendrán que bajar un formulario de la web del gobierno y presentar “un croquis de cómo distribuir las mesas de manera cuidada”. También “se van a habilitar todos los espacios al aire libre que estén dentro de la propiedad del local”, como terrazas o patios traseros.
El otro frente que ganará terreno es la industria de la construcción, corazón de la gestión Cambiemos en la ciudad. “Trabajamos con la Cámara de la Construcción y con el gremio para que a partir del lunes se puedan pedir los permisos para empezar con las obras mayores a cinco mil metros cuadrados o que falten menos de 90 días para terminar”, dijo Larreta. Aseguró que se aplicarán “protocolos estrictos” y que las empresas “van a tener que procurar el transporte de los trabajadores, no se puede usar el transporte público”.
Por último alentó a los porteños que postergaron estudios de rutina de salud a que los retomen, anunció que reabrirán los centros de rehabilitación para personas con discapacidad y que también se flexibilizará el aislamiento para las actividades religiosas. “Hicimos un protocolo con representantes de todos los cultos, para que en aquellos lugares donde hay templos grandes, o idealmente al aire libre, pueda haber celebraciones de no más de veinte personas, manteniendo las distancias y los cuidados necesarios”, concluyó.