Vizcarra no sale indemne de su juicio político
Tras la votación, el Congreso peruano redobla sus críticas
PáginaI12 @
El presidente Martín Vizcarra (foto) se libró de la destitución por el Congreso con holgura en los votos, pero no sin susto. Y queda golpeado para los diez meses que le restan de mandato. En el largo debate parlamentario de casi doce horas abundaron los discursos con ataques de todo tipo, pero a la hora de las definiciones muchos votos fueron en sentido contrario a esos discursos. Los impulsores de la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente solamente obtuvieron 32 votos de los 87 que necesitaban. De los 130 legisladores del Congreso unicameral, 78 votaron por rechazar la destitución del presidente. Hubo 15 abstenciones y cinco ausencias.
Pero Vizcarra no debe confundir esos votos que lo salvaron con un respaldo ante los cargos en su contra o con un apoyo en el Congreso a su gestión. En la jornada parlamentaria hubo una mayoritaria crítica a su gobierno y una unánime exigencia que se investiguen los hechos por los que se le acusa, que tienen que ver con la irregular contratación para dar charlas en el Ministerio de Cultura de un cantante de escaso talento y delirios de grandeza, y con las movidas palaciegas para tapar los vínculos del presidente con este personaje que parece sacado de una mala comedia. Ahora Vizcarra tendrá que enfrentar una investigación por este caso en la fiscalía y otra en el propio Congreso. “Los grandes desafíos del Perú nos exigen actuar con sensatez y responsabilidad. Sigamos trabajando todos juntos para lo que realmente importa a los peruanos”, fue la reacción de Vizcarra luego de la votación que lo salvó de la destitución. Lo dijo a través de un mensaje en Twitter.
En el Congreso, la primera reacción de muchos de sus miembros ha sido seguir disparando contra el presidente. Quedó claro que muchos votaron en contra de la destitución, pero habrían querido hacerlo a favor. Esto se explica porque se vieron obligados a retroceder luego que se pusiera al descubierto la maniobra conspirativa del titular del Congreso, Manuel Merino, quien sustituiría a Vizcarra si éste caía y que llamó a los altos jefes militares para pedir su respaldo al plan de destitución del presidente, y por el amplio rechazo al pedido de vacancia presidencial en la opinión pública, un 79 por ciento se expresó en contra. Algunos jefes de partido -Keiko Fujimori y otros- que piensan en su candidatura presidencial de 2021, ordenaron a sus bancadas votar en contra del pedido de destitución de Vizcarra que habían apoyado unos días antes.
Ante la opinión pública ha jugado a favor de Vizcarra la evidencia de un proceso armado apresuradamente sin investigación previa; el descrédito de sus principales acusadores, muchos de ellos involucrados en casos de corrupción; las sospechas de oscuros intereses detrás del pedido de destitución del mandatario armado por esos cuestionados personajes; la preocupación de un cambio de gobierno que genere inestabilidad en medio de la grave crisis por la pandemia del coronavirus; los escasos diez meses que le quedan a su gobierno y las elecciones ya convocadas. de los republicanos, pero eso puede no ser suficiente esta vez.
La pregunta que por estos momentos flota en las dos campañas y en el país en general es qué efecto causará el fallecimiento de la jueza de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg. Las vacantes se llenan con candidatos propuestos por la Casa Blanca y aceptados por el Senado, pero el proceso se convirtió en un asunto espinoso para los partidos en los últimos años.
En 2016, pasó algo similar. Unos nueve meses antes de las elecciones, se abrió un puesto en la Corte y el Senado, de mayoría republicana con el senador
Mitch McConnell a la cabeza, bloqueó todo intento demócrata de votar la candidatura propuesta por Barack Obama.
Este viernes, McConnell dijo que cualquier nombre propuesto por Trump será sometido a votación. Actualmente, el partido republicano domina la cámara alta con 53 bancas de 100. Los demócratas, escudados en el precedente que el propio senador sentó hace cuatro años, exigen que eso suceda cuando comience una nueva administración.
A través de Twitter, Trump se dirigió este sábado al partido. “Nos han puesto en esta posición de poder e importancia para tomar decisiones para el pueblo que nos eligió con tanto orgullo”, dijo el presidente estadounidense sobre el proceso de nominar un nuevo integrante del máximo tribunal de país. “Tenemos esta obligación sin demoras”, agregó, como indicación de que él no pretende esperar a que pasen las elecciones para cubrir el puesto de Ginsburg.
El fallecimiento de la jueza, un ícono del feminismo estadounidense y de la lucha por la igualdad de género en el país, hace que el nombramiento de jueces se ubique ahora entre los temas principales de la campaña. Hasta ahora, la agenda electoral solo había estado dominada por el coronavirus y las protestas.
Los dos candidatos se verán las caras el próximo 29 de septiembre para el primer debate. Quizás después de ese momento y en plena discusión por el lugar de Ginsburg, los números comiencen a moverse un poco más.
La campaña demócrata busca oponer “Scranton contra Park Avenue”, en referencia a la ciudad de nacimiento de Joseph Biden en Pensilvania.