Michelle Bolsonaro, ahora llamada “Micheque”
La primera dama de Brasil tiene un nuevo sobrenombre por un escándalo de corrupción Su abuela fue condenada por narcotráfico; su tío, por una milicia derechista, y ahora a ella la investigan por recibir fondos injustificables.
ducir el discurso de su marido en lenguaje de señas. Desde el Palacio del Planalto la joven primera dama, por entonces con 36 años y vestida de blanco, dio un toque de humanidad a la imagen de su marido, un neofascista actualmente de 65 años. Con el correr de los meses, el aura de Cenicienta se fue destiñéndo, aunque no por completo porque Michelle ha optado por un bajo perfil.
Informaciones y trascendidos del Palacio de Alvorada, la mansión oficial, dieron cuenta en los últimos meses de algunas veleidades de Michelle de Paula Firmo Bolsonaro: ropas de estilistas caros, cirugías frecuentes, posiciones conservadoras evangélicas. Se dice que ella influyó para que su marido, con quien se casó hace siete años, se aproximara al fundamentalismo religioso.
Se supo además que al igual que Bolsonaro, ella tuvo algún tipo de vínculos con personas ligadas a las “milicias” parapoliciales, de las que habría sido parte su tío preferido, el policía retirado Joao Batista Firmo Ferreira, que recuperó la libertad en abril luego de casi un año de prisión. En enero de 2019, Firmo Ferreira fue de los pocos miembros de la familia de la primera dama invitados por Bolsonaro a la ceremonia de asunción. Los meses de prisión fueron por integrar una “milicia” en Ceilandia, una ciudad de la periferia de Brasilia donde se crió Michelle junto a su abuela Aparecida Firmo Ferreira, quien purgó una condena por tráfico de drogas entre 1997 y 1999.
Si bien la prensa informó en su momento sobre el entorno familiar de Michelle, y sus vínculos con hechos delictivos, en general no se les dio una cobertura extensa. Pero esas historias resurgen ahora y cobran otro significado, al calor del escándalo por las transferencias de plata del supuesto “miliciano” Queiroz. También cobra otra perspectiva el hecho de que Michelle fue durante años empleada en el despacho del diputado federal Jair Bolsonaro, la misma oficina desde donde se dirigió este esquema de negocios turbios.
Para reducir daños, Michelle presentó una denuncia ante la Policía Federal contra sus detractores en las redes sociales por calumnias e injurias y demandó la eliminación del tema “Micheque” de las plataformas digitales, junto a la prohibición de ser interpretado en lugares públicos, informaron los diarios O Globo y el sitio de noticias UOL, este fin de semana. El vocalista Tico Santa Cruz considera que la denuncia es una forma de “intimidación” contra él y la banda Detonautas y planteó que cuando se “esclarezca la cuestión del dinero con una respuesta clara, objetiva y honesta cualquier sobrenombre, como Micheque, perderá su validez”.