Pagina 12

El desastre después del desastre

Los expertos advierten sobre las consecuenc­ias ambientale­s y sociales que dejará el fuego. Ahora, la situación más preocupant­e se centra en Córdoba y San Luis.

- Informe: Santiago Brunetto.

Los incendios arrasaron ya 430 mil hectáreas en todo el país. Hay focos en nueve provincias. Los expertos advierten sobre las consecuenc­ias ambientale­s y sociales

por ciento de los casos. En su visita a San Luis, el ministro Cabandié aseguró que “los Estados apagamos los incendios pero, como sucede muchas veces, luego se vuelven a encender. Ahí es la justicia la que tiene que actuar”. Además, el funcionari­o detalló que “hay distintas situacione­s, a veces es lo ganadero, lo agrícola o lo inmobiliar­io, en la mayoría de los casos hay intenciona­lidad”. En este sentido, el funcionari­o celebró el proyecto de ley presentado en el Cogreso por el diputado Máximo Kirchner que apunta a prohibir modificaci­ones en la utilizació­n de los suelos en los bosques nativos afectados por incendios.

A San Luis, donde se registran focos activos en Papagayo, El Morro y Carpinterí­a, este domingo llegaron 76 brigadista­s nacionales y 2 aviones hidrantes. Además de San Luis, hay otras ocho provincias con incendios: Córdoba,

Jujuy, Catamarca, Misiones, Salta, Tucumán, Formosa y Chaco. En Córdoba, donde la situación es crítica desde hace más de una semana, hay focos en las serranías del noroeste provincial, entre el Valle de Punilla y Cruz del Eje, y también en los montes del sur en el departamen­to de Río

Cuarto. Este domingo las condicione­s climáticas fueron más favorables. Según un comunicado oficial del Gobierno de Córdoba, hubo un “alto porcentaje de humedad, cielo parcialmen­te nublado y un marcado descenso de la temperatur­a”.

El registro del SNMF indica que desde enero hasta el 15 de septiembre de este año, es decir, sin contar los grandes incendios de las últimas semanas, en Argentina se quemaron 434.975 hectáreas en 22 provincias. “En los últimos treinta años Argentina pasó a estar entre los diez países del mundo que más desforestó”, señaló Folguera y agregó que “en términos ambientale­s nada bueno puede surgir de esto. La consecuenc­ia más directa es la perdida de biodiversi­dad, pero también genera efectos a mediano y largo plazo”.

Para el especialis­ta lo que se vive es una “espiral” de destrucció­n ambiental: “Según el Servicio

Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), los incendios son producidos por intervenci­ones humanas en el 95 por ciento de los casos.os en un espiral. La destrucció­n ambiental produce nuevos desgastes que lo único que hacen es intensific­ar los desastres. Ahora mismo hay un mapa de sequías que a su vez predice inundacion­es en unos meses. En uno, dos, cinco años todo esto se intensific­ará”.

En este sentido, Folguera cree que habrá “un incremento productivi­sta, algunos sectores ven estas cuestiones como oportunida­des, es muy probable que los territorio­s quemados tomen forma de soja, vacas o negocios inmobiliar­ios”. A su vez, el doctor en Ciencias Biológicas explicó que este proceso también repercutir­á en los “procesos demográfic­os, hay políticas de despoblami­ento porque cada vez es más difícil vivir en pequeños poblados”.

Del total de hectáreas quemadas a lo largo del año, la zona de las islas del Delta del Paraná fue las más afectada y solo en el territorio entrerrian­o se incendiaro­n 165.108 hectáreas. Según informó el Ministerio de Ambiente este domingo, ya no hay focos activos en las islas. Sin embargo, durante el año los incendios en esta zona se han apagado más de una vez y siempre se volvieron a encender.

“En el Delta lo primero que necesitamo­s es que llueva y las perspectiv­as vienen mal, se está formando un ambiente más seco porque las perspectiv­as de recuperaci­ón de la cuenca del Paraná son lentas”, explicó Bo, especialis­ta en Ecología de Humedales, y agregó que “si viniera una creciente, el Paraná trae semillas y el sistema se recicla, pero si eso no pasa va a tardar mucho en recuperars­e”.

Además, el especialis­ta detalló que “la magnitud y la duración de los fuegos hace que la situación sea muy problemáti­ca. Un pajonal quemado en el Delta se recupera en función de cuánto duró el fuego y cuán intenso fue. Si el fuego estuvo mucho tiempo y actuó constantem­ente se puede quemar la materia orgánica del suelo y la capacidad de recuperars­e es menor. Este año las llamas llevan una duración enorme, hace diez meses que hay fuego en las islas y hay lugares que se quemaron más de una vez. Veo complicada la recuperaci­ón porque hay sectores en que se destruyó toda la capa orgánica”.

En cuanto a la situación de Córdoba, el especialis­ta aseguró que “se quemaron áreas que antes no se quemaban y no es lo mismo recuperar un bosque que un pajonal”. En este sentido, Bo explicó que, en los bosques con mucha biodiversi­dad, “cuando se quema aparecen árboles exóticos y volvés a tener un bosque pero distinto, con componente­s que no son naturales ni originales” y añadió que “para ver el típico paisaje del bosquecito de Córdoba o recuperar un bosque ribereño en el Paraná van a pasar años”.

“Para ver el típico paisaje del bosquecito de Córdoba o recuperar un bosque ribereño en el Paraná van a pasar años.” Roberto Bo

“En términos ambientale­s todo está conectado: cuando se incendia el Amazonas impacta en Argentina.” Guillermo Folguera

 ??  ??
 ?? NA ?? Según el SNMF, los incendios son producidos por intervenci­ones humanas en el 95 por ciento de los casos.
NA Según el SNMF, los incendios son producidos por intervenci­ones humanas en el 95 por ciento de los casos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina