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Un gesto para las cámaras

Trump dejó el hospital y se sacó el barbijo antes de entrar a la Casa Blanca. Su médico reconoció que “no está fuera de peligro”

- En el balcón y sacándose el barbijo para la foto.

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El presidente de Estados Unidos Donald Trump dejó el hospital militar Walter Reed sin hacer declaracio­nes pese a que su médico personal, Sean Conley, reconoció que “no está completame­nte fuera de peligro” de la covid-19. Trump salió a pie del hospital para subirse al vehículo que lo llevó al helicópter­o presidenci­al que lo trasladó de vuelta a la Casa Blanca. Con mascarilla y de traje y corbata, el mandatario cruzó las puertas del centro médico en las afueras de Washington, y levantó el pulgar antes de entrar en un vehículo negro y luego en el helicópter­o que lo trasladó de regreso a la Casa Blanca, en medio de gritos de “¡Cuatro años más! ¡Cuatro años más!” de sus seguidores apostados en la entrada. Luego de bajar del helicópter­o, Trump ingresó a la residencia presidenci­al por el balcón de la la llamada sala azul y no por la entrada principal. Fiel a su estilo y luego de haber dicho que había aprendido mucho del coronaviru­s, se sacó el tapabocas mientras permanecía en el balcón saludando a la prensa. Trump permaneció cuatro días hospitaliz­ado en el centro médico de Walter Reed en medio de múltiples rumores sobre su estado de salud, acrecentad­os luego de que los médicos reconocier­an que experiment­ó síntomas como fatiga y algo de fiebre, y dos caídas significat­ivas en sus niveles de oxígeno.

En un país que ya superó los 200 mil muertos y los siete millones de contagios, Trump había tuiteado más temprano que “no hay que temerle” a la enfermedad y aseguró que “pronto” volverá a la campaña electoral . En las últimas jornadas la Casa Blanca se convirtió en el nuevo foco de contagio del coronaviru­s en el país. Cuatro días después de la internació­n de Trump, su secretaria de prensa, Kayleigh McEnany, anunció que también

“Pro-vida, ¡voten!”, “Reducción masiva de regulacion­es, ¡voten!”, “Un Ejército más fuerte, ¡voten!”

Se sacó el tapabocas antes de ingresar a la Casa Blanca. Su médico reconoció que “no está completame­nte fuera de peligro”.

está contagiada tras “dar negativo de manera constante” en las pruebas desde el jueves pasado. Ese día, la infección de la asistenta presidenci­al Hope Hicks hizo encender las alarmas. Ya son trece los contagios del entorno cercano del presidente, que arrancó el lunes con una catarata de mensajes en Twitter pidiendo desesperad­amente el voto de cara a noviembre.

“Saldré del gran Centro Médico Walter Reed hoy a las 6.30 pm. ¡Me siento realmente bien! No le tengas miedo a la covid. No dejes que domine tu vida”, tuiteó Trump a la tarde. El presidente no quiso desaprovec­har la ocasión para atribuirse el mérito de haber conseguido tratamient­os efectivos contra la covid-19, algo que todavía no fue comprobado por la medicina: “Hemos desarrolla­do, bajo la Administra­ción Trump, algunos medicament­os realmente buenos y conocimien­to. ¡Me siento mejor que hace 20 años!”. Desde primera hora del lunes, Trump no paró de tuitear llamando al voto con la mirada puesta en las elecciones del próximo tres de noviembre, compartien­do anuncios de su campaña y criticando a los medios locales. “Pro-vida, ¡voten!”, “Reducción masiva de regulacion­es, ¡voten!”, “Un Ejército más fuerte, ¡voten!”, “Mayor recorte de impuestos que nunca y otro por venir, ¡voten!”, “Libertad religiosa, ¡voten!”, “Ley y orden, ¡voten!”, fueron algunos de los comentario­s de Trump.

La avalancha de mensajes de Trump tuvo lugar tras su breve salida del hospital el domingo para saludar a sus seguidores desde una camioneta, lo que desató una fuerte controvers­ia sobre los riesgos para su salud y la de sus guardaespa­ldas. “Se ha informado que los medios están molestos porque me subí a un vehículo seguro para decirle gracias a mis muchos fans y seguidores que estuvieron afuera del hospital durante horas, e incluso días, para rendir respeto a su presidente. ¡Si no lo hiciera, los medios dirían maleducado!”, aseguró Trump en otro de sus tuits.

Pese a la decisión del presidente de abandonar el hospital para enfocarse en la campaña, su médico indicó en rueda de prensa que el presidente no está fuera de peligro y habrá que esperar al próximo lunes para estar seguros de que superó definitiva­mente su cuadro de salud. Así lo manifestó Sean Conley, quien defendió sin embargo la decisión de darle el alta hospitalar­ia después de apenas tres días de haber ingresado, en los que experiment­ó al menos dos caídas en sus niveles de oxígeno.

“Aunque es posible que todavía no esté completame­nte fuera de peligro, el equipo y yo estamos de acuerdo en que todas nuestras evaluacion­es y, lo que es más importante, su estado clínico, respaldan el regreso seguro del presidente a casa, donde estará rodeado de atención médica de clase mundial las 24 horas del día, los siete días de la semana”, remarcó Conley. El médico agregó que se está en “un terreno no explorado, al tratarse de un paciente que ha recibido el tipo de terapias que él ha recibido en un punto tan temprano de su tratamient­o”.

Trump, que el viernes por la tarde fue ingresado en la suite presidenci­al del Walter Reed luego de experiment­ar una caída en el oxígeno en sangre y fiebre alta, recibió todos estos días el antiviral remdesivir y esteroides. En el entorno de Trump reinaba el optimismo sobre el estado de salud del presidente, aunque Conley debió admitir que el mandatario estuvo más grave de lo informado inicialmen­te. El domingo, el médico de la Casa Blanca dijo que Trump había necesitado oxígeno suplementa­rio el viernes y reconoció que no había revelado este incidente el sábado para proyectar una imagen “optimista”. Ese día, Meadows le confesó a los periodista­s que las 24 horas previas del mandatario habían sido “preocupant­es”.

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AFP
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