Un primer round con elogios y autocrítica
Cierre de la misión argentina del FMI Los que tomaron contacto con los enviados retrataron un organismo distinto al de los 90 y 2000, y lapidario con el crédito otorgado a Macri.
y a Trevor Alleyne, que también estuvo en las reuniones de estos días, que la plata, además de ser un apoyo político, iba a terminar en la fuga. El tiempo les dio la razón.
Con los ministros del Gabinete, las reuniones giraron en torno a mostrar lineamientos generales del plan económico a futuro, el Presupuesto y las alternativas de algunos sectores estratégicos, como la energía, clave para la generación de divisas, una de las preocupaciones del FMI. Puertas adentro de Hacienda vieron la misión como un contacto muy primario. “Para que haya títulos en los diarios ya va a haber tiempo”, se sinceró una fuente interna.
En el termómetro del Gobierno la negociación será ardua, pero en términos más racionales que en otras ocasiones. Y en la Casa Rosada valoran un dato fuerte: que, en este primer contacto, los sectores de poder se alinearon atrás de la idea oficial sobre la deuda. Y que, más allá de diferencias naturales entre las fuerzas del capital y el trabajo, la lectura fue la misma: un arreglo rápido, sin alterar el plan económico, ni reformar condiciones laborales o afectar la actividad. Para el Gobierno, sostener esa premisa será la pulseada central.
La otra curiosidad de los encuentros fue la valoración de todos los sectores de la figura de Kozak, una especie de cisne negro en el Fondo. La economista estadounidense, de buenos vínculos con Chodos, es una defensora a ultranza de los controles de capitales, una rareza a ese nivel. Es uno de los cuadros de confianza de Georgieva y entiende el juego internacional de la política. Trabajó muchos años en la Alemania de Merkel y conoce a Guzmán desde antes de la función. En particular, también tuvo reuniones con el padrino político del ministro, el Nobel Joseph Stiglitz, justo cuando arrancaba el lobby argentino por el mundo y las sillas europeas del Fondo, con el objedarelli tivo de lograr el respaldo en la negociación con bonistas privados. “Es la jefa, y tiene todo claro”, describió un sindicalista que charló con ella.
Este viernes, los enviados mantuvieron reuniones por Zoom con algunos legisladores del oficialismo y la oposición, pero el hermetismo en torno a la agenda de la visita fue una constante. El partido recién empieza.
En la Casa Rosada valoran que los sectores de poder se alinearon atrás de la idea oficial sobre un acuerdo sustentable.