Negociaciones de paz en Moscú
Mientras Armenia y Azerbaiyán siguen combatiendo en el enclave de Nagorno Karabaj desde hace dos semanas
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Las esperanzas de, por lo menos, una tregua a los peores combates en años entre Armenia y Azerbaiyán crecieron hoy luego que sus cancilleres iniciaran negociaciones en Rusia, horas después de que los Gobiernos de ambos países caucásicos aceptaran una oferta de mediación del presidente Vladimir Putin.A última hora de ayer, Putin emitió un comunicado en el que pidió el fin de los combates iniciados hace casi dos semanas entre fuerzas armenias y azerbaiyanas en torno a la región separatista de Nagorno Karabaj, que dejaron cientos de muertos y miles de desplazados. El Kremlin dijo que la iniciativa de Putin, que incluía una invitación a Moscú de los cancilleres de Armenia y Azerbaiyán, siguió a una serie de llamados telefónicos que mantuvo con el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinian. La más reciente ronda de hostilidades comenzó el 27 de septiembre y es la más grave en más de un cuarto de siglo del conflicto en torno a Nagorno Karabaj. La región se encuentra enclavada dentro de Azerbaiyán, pero está bajo control de separatistas armenios apoyados por Armenia desde el fin de una guerra de secesión, en 1994.
El Kremlin dijo que Putin propuso un alto el fuego para intercambiar prisioneros y recoger cuerpos de soldados muertos. Sin embargo, el vocero del Ministerio de Defensa de Armenia, Atsrún Ovanisián, informó que estuvo en la región separatista en disputa cuando ya habían comenzado las negociaciones, y “las operaciones militares continuaban”, según la agencia de noticias rusa Sputnik. El canciller ruso, Serguei Lavrov, recibió el viernes por la tarde a sus pares armenio y azerbaiyano en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en Moscú, según imágenes de los canales de TV rusos. Pashinian reiteró estar listo para un diálogo y abierto a una tregua, pero Azerbaiyán condiciona el alto el fuego a una retirada de las fuerzas armenias de Nagorno Karabaj. El presidente de Azerbaiyán dijo que casi tres décadas de conversaciones internacionales “no permitieron ni una pulgada de progreso, no se nos devolvió ni una pulgada de las tierras ocupadas”.