“Fue un acto realmente muy potente”
Kicillof destacó el apoyo del peronismo a Alberto Fernández
@
Unidad. Solidaridad. Indiferencia al odio. Esos fueron los principales conceptos que los dirigentes políticos del oficialismo destacaron y reivindicaron del discurso de Alberto Fernández en un 17 de Octubre atípico por la pandemia y el aislamiento. , lo elogió el ministro de Salud, Ginés González García. Para gobernador Axel Kicillof las palabras del jefe de Estado reflejaron “algo que aunque partidario compartimos todos los argentinos, que son la solidaridad, la idea del trabajo de uno para los otros”. Para el entrerriano Gustavo Bodet se cumplió “con creces” el objetivo de respetar el aislamiento y al mismo tiempo “poder conectar a miles y miles de argentinos” que rechazan los discursos de odio y comprenden que el país “se construye con consensos”.
“Fue un acto en circunstancias muy peculiares pero realmente muy potente”, afirmó Kicillof, que respondió preguntas desde el escenario a los pocos periodistas presentes en la CGT. Destacó “la presencia de todos los sectores del peronismo, de todos los gobernadores del peronismo, de las expresiones sindicales, un apoyo importantísimo en esta situación para el presidente”. Elogió el discurso porque fue “un mensaje que tiene que ver con aliento, con no fomentar el odio, con buscar la unidad”. “Las palabras de Alberto fueron un perfecto reflejo no sólo de lo que todos sentimos sino de lo que todos necesitamos”, remarcó.
Consultado sobre las caravanas en las calles, el gobernador dijo que recibió “muchísimas palabras de afecto”. “Lo que tenemos que hacer es no entrar en ningún tipo de provocación, esto no es una competencia de nada, cada uno puede manifestar lo que piensa siempre y cuando lo haga cuidando al otro”, explicó. “Se notó una situación multitudinaria pero peligrosa por el coronavirus”, agregó, y reivindicó la decisión de no promover ninguna actividad presencial para no “fomentar los contagios y el descuido”. “Acá mismo había montones de dirigentes” que no pudieron entrar al salón de la CGT y “los sentimos con nosotros pero había que dejar distancia”, explicó. “Aprovecho para recordar que el virus no pasó, la pandemia no pasó, está en su peor momento, hoy en Europa vemos medidas de aislamiento, toque de queda, fuera de lo que muchos pensaban pero es la única manera de evitar que el coronavirus genere más contagiados, más enfermos y más muertos”, advirtió.
El entrerriano Borden recordó que “la pandemia hizo que tuviéramos que tomar medidas de precaución, de distanciamiento y organizar un acto para conmemorar el 17 de Octubre en estas circunstancias era todo un desafío”. “Creo que con creces se ha cumplido el objetivo que nos habíamos trazado de poder conectar a miles y miles de argentinos en todo el país”. Reapareció el choripán –más que una comida, un símbolo–, y hasta ingeniosos inventos que pronto se hicieron virales como “El Chorimóvil”.
Es difícil no caer en un juego de espejos, no comparar las dos escenas, no jugar a encontrarles similitudes y diferencias. Coronavirus mediante, parecía que la derecha se había apropiado de las calles, pero este sábado ocurrió algo diferente. En la ciudad de Buenos Aires, tan sólo uno de los lugares donde hubo marchas, los paralelismos podían surgir de todo tipo de detalles, como la dirección de los coches: llegaban desde el sur –muchos del conurbano– y no desde el norte, se aproximaban hasta el Obelisco y giraban en dirección a Plaza de Mayo. En la 9 de Julio, bocinazos constantes, a lo mejor alguna cumbia sonando fuerte, banderas y banderas que flameaban con las ventanillas bajas. Algunos aprovechaban el semáforo, bajaban y se expresaban, como dos hombres con pecheras de la CGT a los gritos: “¡Para vos Baby Etchecopar!” “¡Para vos Larreta!”.
Durante la mañana la caravana la protagonizaron los sindicatos, en cambio la tarde fue de los “sueltos”, cuya ideología quedaba plasmada en las banderas, carteles y hasta barbijos alusivos. Desde la vereda algunos contemplaban gozosos ese clamor popular graficado en un tráfico incesante,