La gran reina del Technicolor
Murió Rhonda Fleming, actriz de clásicos de Hollywood
esos números de la quiniela, que vinieron con los inmigrantes, que fueron creados en Nápoles dentro de un sistema adivinatorio que tienen allá para el lotto, que es la smorfia”, recuerda Amengual. Y como al cordobés le interesan especialmente los procesos de “la imagen que crea cultura popular”, siguió investigando. El término napolitano deriva de Morfeo, el mítico dios del sueño, pero también significa “mueca”, dos ejes que encantaron al artista. “La smorfia es una joya de la cultura popular napolitana. Viene de épocas ancestrales, de los fenicios. Se asocia con la numerología, con algunos aspectos de la cábala hebrea, pero además sufre una transfor@
Rhonda Fleming , estrella de los años 40 y 50 a quien apodaron la “reina del Technicolor” y se destacó en clásicos como Out of the Past y Cuéntame tu vida, murió el miércoles pasado, según informó tardíamente su secretaria, de acuerdo al portal de espectáculos Variety. Tenía 97 años.
Fleming apareció en más de 40 películas y trabajó con directores de la talla de Alfred Hitchcock en Cuéntame tu vida, Jacques Tourneur en Out of the Past, y Robert Siodmak en La escalera de caracol. Sus papeles protagónicos incluyen films muy populares como la fantasía musical de 1948 Un yanqui en la corte del Rey Arturo, junto a Bing Crosby, el western Duelo de titanes, con Burt Lancaster y Kirk Douglas, y el film noir Slightly Scarlet junto a John Payne.
Sus coprotagonistas a lo largo de los años, mayormente en los estudios Paramount, incluyeron también a Glenn Ford, Bob Hope y Ronald Reagan. Otros papeles notables incluyeron
Mientras duerme Nueva York, de Fritz Lang, Pony Express, junto a Charlton Heston, y El gran circo, con Victor Mature. Uno de sus últimos personajes fue en la farsa con Don Adams Súper Agente 86 vs. la bomba que desnuda en
1980, y se hizo pasar por “Rhoda Flaming” en la comedia de 1976
Won Ton Ton, el perro que salvó a Hollywood, junto a un grupo de otros artistas de otras épocas, como Dorothy Lamour, Stepin Fetchit y Rudy Vallee.
Además del cine, Fleming hizo su debut en Broadway en
The Women, de Clare Boothe Luce, y realizó una gira como Madame Dubonnet en The Boyfriend. En 1957, Fleming hizo su debut musical en un escenario en Las Vegas en la inauguración de la sala de variedades del Hotel Tropicana. Más tarde, apareció en el Hollywood Bowl en un concierto individual con composiciones de Cole Porter e Irving Berlin. En 1960, recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Fleming también actuó como estrella invitada en la televisión en series como Wagon Train, Police Woman, The Love Boat y un especial de dos horas de McMillan & Wife. Junto con su rival pelirroja Maureen O’Hara, se disputaban el apodo de “reina del Technicolor” por lo bien que sus cabellos de fuego y sus ojos verdes resaltaban en la película color más utilizada por Hollywood durante la era de oro de los grandes estudios.
Su sexto esposo, Darol W. Carlson, murió en 2017. mación al llegar al Río de la Plata, que le agrega oscuridad al origen, lo cual siempre es bueno”.
En estas pampas, explica, se le agregaron diez figuras (el lotto sólo alcanza al número 90 para las apuestas) y aquí se le entretejieron los que faltaban para completar la centena. “Es fácil identificar dónde, casi todos están vinculados a la celebración de algún santo”, apunta. Interesante paradoja para una actividad que en general no estuvo muy bien vista por las autoridades eclesiásticas, que apuestan sus plenos a Dios.
Sobre su trabajo, Amengual advierte que “muchos dividen el dibujo entre arte e ilustración”, pero la considera una división falsa. “Lo que yo hago está relacionado con la ilustración, me gusta contar historias”, se planta. Pero ante sus trabajos, nadie dudaría en que allí hay arte genuino. “Una cosa importante del libro es que cada dibujo está acompañado por alguna estrofa, que en general es de algún tango y de tangos de la etapa clásica, del ‘30 o ‘40, donde si uno lee la relación entre imagen y la letra, es arbitraria: nomás si el tango nombra la figura, como el perro o el jardín”.
La muestra online incluye videoclips con esos clásicos, algo que el libro no podía permitirse. Algunos son clásicos indiscutibles (“Naranjo en flor”, para el “01 – el agua”, o “Malena” para el “18 – La sangre”, pero también “Quinielero”, “Fierro chifle” y hasta el jingle milonguero “Venga de donde venga” (una vieja publicidad del analgésico Geniol).
Los intérpretes varían y figuran desde estrellas de la edad de oro del tango, como Goyeneche, hasta figuras de la actualidad, como Adriana Varela, La Chicana o la Orquesta Típica Misteriosa Buenos Aires, y hasta de otros géneros, como Arbolito.
El material de la Cábala criolla se expuso presencialmente en el CCRF en Rosario el año pasado y había tenido otras dos exposiciones en Buenos Aires (2009 y 2015), además de su publicación como libro en 2014 de la mano de la Universidad Nacional de Quilmes. Que la cuarentena ahora ayude a su divulgación gracias a la exposición virtual no deja de ser algo para celebrar. Es una apuesta segura.
“Investigando para el libro, descubrí que no eran nuestros esos números de la quiniela, que vinieron con los inmigrantes”.