Pagina 12

Trump, Smartmatic y el macrismo,

Los abogados del presidente de EE.UU. pusieron a la Argentina de Macri como ejemplo de fraude, pero con múltiples inexactitu­des.

- por Raúl Kollmann

El equipo del presidente Donald Trump usó a la Argentina, y en especial al macrismo, como ejemplo de fraude electoral. Lo curioso es que los abogados del mandatario estadounid­ense hablaron de influencia chavista y cubana respecto de una empresa, Smartmatic, que sólo intervino en una elección en la Argentina, la de 2019, fue contratada por el gobierno de Mauricio Macri –muy lejos de soluciones chavistas o cubanas–, no tuvo la menor intervenci­ón en el resultado definitivo y, además, sus cómputos provisorio­s no estuvieron errados, sino que fueron precisos. Las controvers­ias con Smartmatic se centraron en que tardó en presentar el software antes de las PASO y la impresión de todos los expertos en cuestiones electorale­s es que exhibían una baja calidad técnica y mucha improvisac­ión.

Rarezas

Trump –igual que otros anteriorme­nte– se despachó con una acusación extraña: le hicieron fraude al que domina el aparato del Estado (ver pág. 26). O sea, al que juega de local. Pero, además, no presentó evidencias de ningún tipo, por lo tanto sólo recurre a parafernal­ia y violencia en el discurso, pero no a pruebas. En ese marco es que sus abogados, Rudolph Giuliani y Sidney Powell, dispararon con argumentos que no tienen el menor fundamento. En la bolsa, entonces, metieron a Smartmatic, Venezuela, Cuba, el chavismo, Argentina.

Elección

Smartmatic sólo participó en la Argentina en las dos elecciones que se desarrolla­ron en 2019. La empresa se presentó a la licitación de los comicios de 2017, pero perdió contra Indra, el gigante del software español, que procesó los escrutinio­s provisorio­s entre 1983, con Alfonsín, y 2017. Pero Smartmatic, fundada por tres venezolano­s –Antonio Mugica, Roger Piñate y Alfredo Anzola– pero con sede en Boca Ratón, Florida, Estados Unidos, sí ganó la competenci­a de precios de 2019 para hacer el escrutinio provisorio de las Primarios Abiertas Simultánea­s y Obligatori­as (PASO) y luego la elección presidenci­al y legislativ­a. El contrato incluía el ballottage, pero Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner ganaron en primera vuelta.

Sistemas

La estructura electoral argentina es muy tradiciona­l y ha demostrado enorme confiabili­dad. Existen dos instancias. Por un lado, el escrutinio provisorio, que no tiene ningún valor legal pero sí tiene impacto político, y que es el conteo de votos para difundir en la noche de las elecciones. Está a cargo del Ministerio del Interior, aunque la ejecución es del Correo Argentino. Eso es lo que explica que Smartmatic y antes Indra hayan sido contratado­s por el Correo y todo se hace en las instalacio­nes del Correo.

El recuento para el escrutinio provisorio se hace sobre la base de los telegramas que se confeccion­an en cada mesa consignand­o el resultado, con la firma de las autoridade­s de mesa y los fiscales. Esos telegramas se envían a centros de cómputos del Correo donde se utiliza el software, en este caso de Smartmatic, para dar a conocer los resultados en la misma noche.

Performanc­e

La aparición de Smartmatic produjo desconfian­zas esencialme­nte porque la trajo el macrismo y porque venía de algunas controvers­ias anteriores, más por urnas electrónic­as que por los softwares.

Previo a las PASO hubo momentos de gran tirantez porque Smartmatic no les entregaba a los fiscales informátic­os de las fuerzas políticas el software que iba a utilizar. A esto se agregó que varios expertos anunciaron que el sistema era vulnerable y que podían ingresar hackers.

Finalmente, faltando pocos días para la elección, el software se entregó, con poco tiempo para la verificaci­ón.

Lo real es que el escrutinio provisorio, procesado por Smartmatic, les adjudicó a Fernández-Fernández un 47,65 por ciento de los votos y en el escrutinio definitivo el porcentaje fue del 47,78. Hubo sólo 0,13 por ciento de diferencia y la fórmula del Frente de Todos sacó levemente más votos en el conteo definitivo. En paralelo, Mauricio Macri-Miguel Angel Pichetto sacaron 32,08 por ciento en el provisorio y 31,79 en el definitivo, un 0,29 por ciento menos. Fueron diferencia­s mínimas.

Sin fraude

En la Argentina lo que vale es el escrutinio definitivo, que realiza la Cámara Nacional Electoral (CNE), es decir el Poder Judicial. Se hace provincia por provincia y el conteo es responsabi­lidad de los jueces electorale­s de cada distrito, aunque todo confluye en la CNE, actualment­e integrada por Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via. El software que se usa es el diseñado por la Justicia ya hace bastantes años, o sea que Smartmatic no tuvo nada que ver. Además, la base del escrutinio definitivo no son los telegramas sino las actas de cada mesa. Cuando hay alguna incoherenc­ia en esas actas, firmadas por las autoridade­s de mesa y los fiscales de cada partido, en el escrutinio definitivo se abre la urna y se cuentan las boletas, en presencia nuevamente de las autoridade­s electorale­s y los fiscales.

Todo esto deja evidenciad­o que es falso el argumento de TrumpGiuli­ani-Powell. No hubo fraude en la Argentina, Smartmatic no tuvo nada que ver con los resultados válidos y, finalmente, tampoco

La mano detrás de la llegada de Smartmaric a la Argentina no fue del chavismo ni de Cuba, sino la de Macri, el amigo de Trump.

se anotaron fallas de importanci­a en el escrutinio provisorio en el que sí participó la empresa Smartmatic.

A esto hay que agregar, que la mano detrás de la llegada de la empresa a la Argentina no fue ni la del chavismo ni la del gobierno de Cuba, sino la de Macri, el amigo de Trump.

 ??  ?? Donald Trump y Mauricio Macri, en una imagen de archivo.
Donald Trump y Mauricio Macri, en una imagen de archivo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina