“Estamos en guerra con un virus”
Joe Biden dio un discurso con tono presidencial
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El presidente electo de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, pronunció ayer un discurso en tono presidencial en el que pidió a sus compatriotas que extremen las precauciones por Acción de Gracias, que se celebra hoy, para evitar la propagación de la pandemia, en medio de un repunte de los casos diarios.
“Miren nuestra historia, pueden ver que ha habido circunstancias de las más difíciles y el alma de nuestra nación se ha forjado. Y ahora nos encontramos de nuevo afrontando un invierno largo y duro”, dijo Biden en una alocución desde Wilmington (Delaware), su lugar de residencia.
Recordó que en los últimos meses la batalla contra el coronavirus “devastó” el país: “Nos trajo dolor, pérdida y frustración. Costó tantas vidas, 260.000 estadounidenses”, lamentó. En ese sentido, animó a los ciudadanos a quedarse en casa con motivo de Acción de Gracias, la festividad más familiar del año en Estados Unidos, y puso como ejemplo su propio caso.
“Vamos tener un Acción de Gracias separados. Jill (su esposa) y yo estaremos en nuestra casa de Delaware con nuestra hija y nuestro yerno. El resto de la familia hará lo mismo en pequeños grupos”, detalló.
“Sé que es difícil abandonar las tradiciones familiares –reconoció–. Nuestro país está en medio de un repunte dramático de los casos, con una media ahora de 160.000 nuevos casos cada día, no sería una sorpresa si llegáramos a 200.000 en un único día. Muchos sistemas sanitarios están en riesgo de saturarse”. Y animó a los ciudadanos a utilizar tapaboca, mantener la distancia social y, si se reúnen, hacerlo en grupos reducidos hasta que haya una vacuna.
Pese a este panorama, Biden quiso ofrecer una visión optimista sobre el futuro y animó a los estadounidenses a unirse para luchar frente a la pandemia, al igual que frente a otros problemas que encara el país. “Estados Unidos afronta los hechos. EE.UU. vence los retos. Tenemos justicia e igualdad para todo el mundo”, enumeró Biden, quien instó a superar las divisiones.
Y expresó su opinión de que “esta temporada oscura de división y demonización dará paso a la luz y la unidad”.
Asimismo, lanzó un aviso velado al presidente saliente, Donald Trump, que aún no ha reconocido su derrota en los comicios del pasado 3 de noviembre y que está inmerso en varias batallas judiciales al considerar que hubo fraude en los comicios.
“En EE.UU. tuvimos elecciones completas, justas y libres, luego tuvimos los resultados. La gente de esta nación, las leyes del territorio, no tolerarán nada más. A
En la víspera del Día de Acción de Gracias, el presidente electo pidió a los estadounidenses que extremen los cuidados.
través del voto, el instrumento más noble de protesta no violenta jamás concebido, se sabrá de nuevo y se recordará de nuevo que el progreso es posible”.
El exvicepresidente demócrata dijo que la pandemia de la covid19 ha exacerbado las divisiones políticas en Estados Unidos y pidió unidad. “Nos ha dividido. Nos ha enfurecido. Y nos puso uno contra el otro”, dijo. “Sé que el país se ha cansado de la pelea”. “Pero debemos recordar que estamos en guerra con un virus, no entre nosotros”.
Biden prometió que a partir del primer día de su presidencia, el 20 de enero, se tomarán medidas que cambiarán “el curso de la enfermedad”. También instó a los estadounidenses a seguir las pautas de salud.
“Ninguno de estos pasos que le pedimos a la gente son declaraciones políticas”, dijo.
“Cada uno de ellos se basa en la
Estados Unidos es el país del mundo más afectado por la pandemia, con más de 261.000 fallecidos y más de 12,6 millones de casos.
ciencia. Sé que podemos y venceremos este virus”, dijo también, en contraste con el mandatario republicano que ha minimizado la enfermedad.
“Estados Unidos no va a perder esta guerra. Recuperarán sus vidas. La vida volverá a la normalidad. Eso sucederá. Esto no durará para siempre”, sostuvo el exvice de Obama.
Estados Unidos es el país del mundo más afectado por la pandemia, con más de 261.000 fallecidos y más de 12,6 millones de casos de covid-19, según la Universidad Johns Hopkins.
Las autoridades sanitarias expresaron su preocupación por un posible aumento de los contagios durante los traslados por Acción de Gracias, el periodo del año en el que tradicionalmente se registran más viajes en el país.
Los gubernamentales Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) recomendaron a los estadounidenses que no viajaran durante este periodo vacacional.
Sin embargo, de acuerdo a la Administración de Seguridad de Transporte (TSA), encargada de los controles aeroportuarios, esta es la semana con más afluencia de viajeros desde que en marzo comenzó la pandemia, con una media de un millón de viajeros diarios desde el pasado fin de semana. @
La ministra de Gobierno de Ecuador María Paula Romo, mano derecha del presidente Lenín Moreno, fue destituida por la Asamblea de ese país tras un juicio político. Moreno la había convertido en una suerte de superministra encargada de dirigir a las fuerzas policiales. Romo fue acusada por la violenta represión a las manifestaciones de octubre del año pasado que se saldaron con 11 muertos y unos 1.500 heridos. Una mayoría de 104 asambleístas, incluidos partidos de la derecha afines al gobierno, lograron los dos tercios necesarios para la salida de Romo. Para el sociólogo David Suárez esta elección responde al contexto preelectoral que vive el país. “Los sectores que apoyaron a Moreno ahora quieren desligarse y vieron en la destitución de Romo una oportunidad única”, sostuvo el analista del Centro de Derechos Económicos y Sociales. En su lugar el presidente nombró al exgeneral de la Policía y actual viceministro del Interior Patricio Pazmiño.
Romo fue la cara visible de la cruenta represión que se vivió en las calles de Ecuador durante las protestas del año pasado. En cada mensaje que daba el gobierno la entonces ministra salía a respaldar el accionar de militares y policías. Además había logrado un lugar en la mesa chica de Moreno junto con el del Secretario de la Presidencia Juan Sebastián Roldán. El presidente, luego de darle la espalda al partido de Rafael Correa con el que llegó al Ejecutivo en 2017, construyó poder otorgando prerrogativas a ciertos ministerios. En el caso de Romo, había ocupado el rol de ministra del Interior en 2018. Luego de un cambio en el cronograma del Estado, el mandatario la ubicó al frente de la cartera de Gobierno. Como este hubo varios otros casos en los que a fuerza de decreto el presidente repartió poder a cambio de gobernabilidad.
En concreto Romo fue acusada por el uso de bombas lacrimógenas vencidas durante el estallido social y la represión de las fuerzas policiales dentro de “centros de paz o acogida” en ese mismo contexto. Sin embargo, la exministra rechazó cada una de las acusaciones durante su comparecencia ante la Asamblea. “La Policía nunca entró en una universidad, nunca la Policía entró en un lugar en donde estuvieron albergados los manifestantes, nunca durante 11 días de violencia extrema intentamos un desalojo de quienes se habían tomado gobernaciones”, argumentó Romo. Además dijo estar orgullosa por su trabajo en el Ejecutivo. “Estoy pagando el precio de haber impedido un golpe de Estado. (...) Si ese es el precio a pagar por defender la democracia, lo hago con