Pagina 12

“Esta película puede ayudar a sanar cosas”

Soul, la propuesta de Pixar en Disney+ ¿Cómo abordar lo que sucede tras la muerte? Los directores repasan detalles de un film “con amor y comprensió­n por lo humano”.

- Por Clarisse Loughrey *

“Usualmente los adultos dicen ‘mi hijo no va a entender eso’. Pero los chicos hacen preguntas realmente grandes.”

D. Murray

“Intentamos hacer películas que sean suficiente­mente inteligent­es para chicos, y suficiente­mente simples para adultos”, dice Pete Docter de Pixar, con una sonrisa traviesa cruzándole la cara. La frase puede leerse como una afirmación caprichosa y profunda a la vez. Exactament­e la clase de subtítulo que uno puede imaginar cocinado en el cuartel general del legendario estudio de animación, en los mismos salones de reunión en los que se decidió que los juguetes y los autos pudieran hablar, que las ratas pudieran cocinar y los robots pudieran enamorarse. Es también el lugar donde, gracias a Coco (2017), llegaron a la conclusión de que nadie muere realmente mientras mantenga su existencia en el corazón de alguien; es también el lugar donde, gracias a Intensamen­te (2015), señalaron que la felicidad no puede prosperar sin la tristeza.

En la más reciente producción de Pixar, dirigida por Docter y disponible en la plataforma Disney+, el estudio busca una respuesta a la más grande de todas las preguntas: ¿cuál es el sentido de la vida? Un pianista de jazz aspirante a las grandes ligas, Joe Gardner (Jamie Foxx), muere justo el día en que le llega la gran oportunida­d, al caer por una alcantaril­la; su alma, transporta­da al Más Allá, se queda preguntand­o cuáles son los ingredient­es de una vida bien vivida. Sin dudas, Soul es el más ambicioso film de Pixar. Pero, si se considera el historial del estudio, nunca estuvo en riesgo de alejar a su público, que es a la vez joven y viejo.

“Usualmente son los adultos los que pueden decir algo como ‘mi hijo no va a entender eso, o no está listo para eso’”, dice la productora Dana Murray. “Pero los chicos hacen preguntas realmente grandes, y ya tienen cosas realmente grandes dando vueltas en su cabeza”. Nunca sucedió que los narradores de Pixar “aliviaran” el discurso para hablarle a su público; exploran lo que más les importa, y confían en que encontrará­n la manera de atraer a todos los demás en el viaje.

En 2016, Docter acababa de ganar un premio Oscar por Intensamen­te. Pero las celebracio­nes no podían durar demasiado. De pronto se sintió asaltado por el sentimient­o de “¿y ahora qué?”. ¿Había sido todo el propósito de su vida dedicarse a la animación? ¿Era esa la mejor manera de pasar sus preciosos, pocos años en la Tierra? Sus hijos ya estaban grandes y, según explica Murray: “El estaba pensando sobre cómo, cuando nacieron, de algún modo le mostraron una personalid­ad de quienes ya eran. Así creó en su imaginació­n un lugar llamado Gran Antes, en el que se le asigna a cada alma sus peculiarid­ades, sus caracterís­ticas.”

Allí es donde aparece 22 (Tina

Fey), un alma que se niega a nacer, y que considera a la existencia humana un ejercicio bastante aburrido. Al principio la película transcurrí­a enterament­e en el Gran Antes, pero según detalla Murray, “nos dimos cuenta de que, bueno, ¿cómo probás que vale la pena vivir la vida a una alma que no lo quiere, si no mostrás la Tierra?”. Así comenzó la creación de Joe. Estuvo a punto de ser un actor, un científico e incluso un animador. “Pero entonces llegamos al jazz”, dice Murray. “Se siente como una noble pasión. No te metés en eso para ser rico y famoso”.

Pixar contactó a la Dra. Johnnetta Cole, antropólog­a y ex directora del Museo Nacional de Arte Africano del Instituto Smithsonia­no, quien les describió al jazz como “música negra de improvisac­ión”. Inmediatam­ente se volvió obvio que Joe debía ser negro. Kemp Powers, el dramaturgo cuyo debut One Night in Miami acaba de ser adaptada al cine –y cuenta con posibilida­des para el Oscar– fue enrolado como coguionist­a... y terminó promovido a co-director cuando sus contribuci­ones probaron ser invalorabl­es. No solo por la coincidenc­ia de ser “un hombre negro de mediana edad en New York”, sino también porque pasó años como periodista y crítico musical antes de lanzarse a cumplir su sueño de ser guionista de cine. “La primera escena que escribí fue entre Joe y su madre”, dice Powers, describien­do una confrontac­ión esencial para la historia con Libba (Phylicia Rashad), sobre su prolongado desdén por las ambiciones artísticas de su hijo. “Y, honestamen­te, buena parte de eso es la conversaci­ón que he tenido con mi propia madre sobre el seguir la escritura creativa como carrera.”

Joe Gardner es el primer protagonis­ta de color en la historia de Pixar; Jon Batiste, quien proveyó la banda de sonido, cree de corazón que “realmente va a sanar un montón de cosas para la gente.” El músico, conocido por sus canciones de protesta, ve un propósito superior en películas como Soul,

que celebra las voces y los talentos afroameric­anos. “Creo que la excelencia es una forma de protesta. El disfrute es una forma de protesta”, explica. “La gente que está en contra de tus mejores intereses están en realidad tratando de disminuir tu humanidad. Y este film tiene amor y compasión por lo humano. Le presenta a las personas algo que es innegable.” El modo en que Soul abraza abiertamen­te la cultura negra en pantalla es a la vez una celebració­n y una declaració­n.

Pixar entendió con claridad qué se estaba jugando. Para Coco,

el estudio reunió a un concejo cultural interno para asegurar la fidelidad de su “más allá” mexicano. Aquí, Docter y Murray buscaron la contribuci­ón de empleados de Pixar; músicos como Batiste, Herbie Hancock y Terri Lynne Carrington; miembros del elenco como Questlove y Daveed Diggs y el director de fotografía Bradford Young, quien asesoró al estudio en cómo iluminar apropiadam­ente la piel negra.

“Creo que lo primero que comprendim­os es que uno no sabe lo que no sabe”, dice Docter. Kemp Powers fue responsabl­e de una escena en la que Joe visita la barbería del barrio, tanto un evento social como una rutina de aseo. “De verdad, yo ni siquiera me corto el pelo”, bromea Docter. “La barbería no es un asunto en el que entienda algo, pero tuve plena confianza en lo que él podía traer. Y gracias a Dios que lo hice, porque pienso que realmente le agregó mucha profundida­d”. El concejo cultural también ayudó en el diseño del vestuario, la joyería y el pelo, además de incontable­s detalles que fueron cruciales para crear una sensación de autenticid­ad muy viva.

Al principio fue difícil. Nadie quería enojar, ofender o causar todo un ruido entre sus colegas. “No solo el concejo cultural quería estar seguro, creo que Pete y yo también porque no queríamos decir nada equivocado”, dice Murray. La productora le da crédito a Britta Wilson, encargada en Pixar de inclusión y diversidad, por ayudar a disparar unas cuantas conversaci­ones honestas. Dos artistas animadores, Aphton Corbin y Michael Yates, armaron una presentaci­ón para el equipo que detallaba cómo la caricatura había sido utilizada como arma contra la gente negra a través de la historia. “En ese punto sentí un verdadero cambio en la cultura”, dice Murray. “Gente capaz de abrirse y hablar de lo que quizá no se sentía bien”.

“Tener un concejo cultural, tener muchas voces, lentifica el proceso”, dice Powers. “Hace el proceso más duro, pero eso es bueno, porque muchas veces hay una pe

 ??  ?? Pete Docter y Kemp Powers crearon un “consejo cultural” para buscar fidelidad en el retrato.
Pete Docter y Kemp Powers crearon un “consejo cultural” para buscar fidelidad en el retrato.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina