Moscardini, Jodos y Duke Ellington
La cantante y el pianista hace dos fechas presenciales
de Disney y Netflix, además de un corto de Los Simpson. Pero Daniela Fiore y Julio Azamor, realizadores y productores de Un oscuro día de injusticia, se tienen fe. La selección se hace de acuerdo al sistema conocido como short lists, donde de los postulantes iniciales quedan primero veinte, luego diez y finalmente la lista de cinco que integrará la terna. Un oscuro día de injusticia comenzó a tomar forma en 2015, cuando el Incaa lanzó el concurso ANIMATE, para la producción de cortometrajes animados. El corto de Fiore & Origone fue uno de los cuatro ganadores, quedando así en condiciones de financiar una producción independiente, que insumió un año y medio de trabajo. La producción se canalizó a través de Mutant.TV, compañía de los propios Fiore y Origone.
El cortometraje se basa en un relato escrito por Julio Miguel Azamor Origone, padre de Julio Azamor, y narra el último día en la vida de Rodolfo Walsh, previo a ser emboscado y acribillado en la intersección de las avenidas Entre Ríos y San Juan. El guion quedó a cargo del propio Azamor Origone, y la técnica de animación @
Otra alternativa para acariciar lo áspero durante la pandemia. Julia Moscardini, cantante, y Ernesto Jodos, pianista, fusionarán talentos para revisitar la obra de Duke Ellington. Será con dos fechas presenciales (jueves 4 y 11 de febrero, a las 18.45) en el ciclo Ladies Summer Sesions, producido por BeBop. “Elegimos a Duke porque es un universo musical que admiramos y con el que nos sentimos muy a gusto, pese a las diferencias en el recorrido de cada uno”, dice Moscardini a PáginaI12. Bajo el título de Play Ellington, será en la terraza de Aldo´s Palermo (Arévalo 2032) donde, por 700 pesos, habrá acceso a una copa de vino. “Como no veníamos tocando ni eran fáciles las condiciones para ensayar, nos pareció un buen punto de encuentro”, amplía la cantante.
Formada en Nueva York con Sheila Jordan, Christine Correa, Theo Bleckman y Jay Clayton, e integrante de la Big Orchestra del Centro Cultural Kirchner, Moscardini ubica su dúo con Jodos como una especie de desprendimiento del quinteto que grabó el disco Stablemates. “Me atraen mucho las formaciones chicas”, dice ella, y argumenta: “Siento que se da un tipo de interacción fresca, descontracturada y espontánea con la que me siento muy cómoda. Además gravitan mucho otros dos hechos: por un lado, reducir la formación por cuestiones de protocolo; por otro, lo cómodo, agradable y versátil que nos resulta a ambos quedar en piano y voz”.
La dupla tuvo que hacer foco en el repertorio vocal de Duke, por obvias razones de formación. El dúo optó por clásicos de los ‘40: “In a mellow tone”, gema popularizada por Count Basie durante los ‘50; “Do nothin’ till you hear from me”, un alegato contra el qué dirán de aquellas épocas; y “All too son”, pieza embellecida por la voz de Ella Fitzgerald. “No tienen arreglos propios previos… conocemos los temas, y venimos tocando juntos hace tres años”, asegura la cantante evocando la formación con que grabó Stablemates: Sebastián Loiácono, en saxo y arreglos; Jeronimo Carmona, en contrabajo; Carto Brandán, en batería, y Jodos en piano. “Previamente con Ernesto hablamos de cómo encarar cada tema con sus tempos y feels. La propuesta es escucharnos y tocar. Y diría que ese espacio para lo incierto dentro de la confianza generada por tocar juntos es lo que lo hace más atractivo”, admite Moscardini, acerca de otra arista de su dúo con el experimentado músico egresado en la Berklee.
El dúo repasará algo de Stablemates, trabajo poblado por nueve standards, entre clásicos como “I thought about you”, compuesto por Johnny Mercer en 1939; o “I got rhythm”, de Gershwin, con otros menos transitados, como “Art Decó” de Don Cherry, y el que da nombre al disco, de Benny Golson. “Este tema ya tenía una letra, pero le puse otra”, señala la cantante, y se mete en su disco solista: “Empecé a proyectarlo en 2018. Luego convoqué a los músicos con los que quería grabar, y mientras tocábamos en vivo fui definiendo el repertorio y la sonoridad. Para elegir ubiqué a las letras en un lugar central, pero también esto de mechar clásicos y composiciones menos transitadas vocalmente… me interesa porque se encuentran otros espacios para la interpretación. Fue muy importante tocar juntos meses antes de grabar”. “Se trató de crear una buena atmósfera colectiva para las canciones, y de tener en cuenta, aún en los solos, de qué manera es presentada y fraseada cada melodía”, cierra Jodos.